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Nafta, entre los países con el precio más caro

Domingo, 06 de abril de 2014 05:13
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El fuerte aumento del 5,4 por ciento promedio en todos los surtidores del país, posicionó a la Argentina entre los países más caros del mundo en materia de combustibles.

A valores oficiales, detalla el portal Surtidores.com, a partir del 1§ de abril el litro de nafta premium cotiza a 1,83 dólares, lo mismo que en Austria, Nueva Zelanda o España.

El precio en el país, se ubica 36 centavos de dólar por encima del índice medio mundial, que según el Portal especializado GlobalPetrolPrices.com es de 1,47 de la moneda estadounidense.

De acuerdo al relevamiento los países más ricos tienen los precios más altos, mientras que los más pobres y los que producen y exportan petróleo tienen precios significativamente más bajos.

Carga impositiva

Las excepciones a esta regla, la conforman aquellos, que como el nuestro incluyen un alto componente impositivo, y los que lo subsidian, como Venezuela.

Precisamente la conflictuada nación caribeña es actualmente la que ostenta el valor más bajo del planeta: tan sólo 0,03 centavos de dólar.

Le siguen los productores de crudo, como Irán, Arabia Saudita, Kuwait, Qatar, Bahrein, Egipto, Omán y Brunei; todos ofrecen el litro de combustible a menos de una quinta parte que el más caro que es Noruega (US$2,87).

Por su condición de importador neto, el más alto de la región es sin dudas Uruguay.

Allí la nafta se paga 1,87 dólares, 4 centavos más que en Colombia y la Argentina, 22 por encima de Paraguay, 27 que Chile y Perú, 60 que Brasil y 1.33 que Bolivia.

El gobierno viene aprobando desde comienzos de este año una sostenida alza en el precio de las naftas, traducida en incrementos de entre 5% y 7% mensual entre los meses de enero y abril. Tomando como base diciembre de 2013, el resultado de estas decisiones da un incremento acumulado del 29,7% para el precio de la nafta súper (promedio de todo el país

Cabe destacar que el incremento verificado en estos primeros días de abril no sería el último. El gobierno se encuentra en una situación apretada. Por un lado, tiene incentivos para frenar el sostenido aumento de los precios energéticos en un contexto de presiones inflacionarias) y tiene el poder para hacerlo, dado que los precios de este sector están regulados.

El rompecabezas energético

El autoabastecimiento verificado en 2011 puso en el tapete las deficiencias de la política energética llevada a cabo durante todos estos años: en el caso del petróleo crudo, la producción cae en forma ininterrumpida desde el año 2004, anotando una caída acumulada de 27,6% del volumen producido en los últimos 10 años. Durante todos estos años el precio interno del petróleo crudo fue sostenido artificialmente por debajo del precio internacional.

En los hechos, en los últimos años ha habido reconocimiento por parte de las autoridades de la imposibilidad de mantener precios locales tan disociados de los internacionales (los precios internos llegaron a representar menos de la mita d de los precios de referencia internacional entre noviembre de 2007 y septiembre de 2008, y entre marzo y mayo de 2011) y mediante suaves incrementos fue llevado desde US$42/ barril a mediados de 2009 hasta los US$74 actuales. Hoy, el precio del crudo local representa más de 2/3 partes del crudo internacional (con un Brent a US$108). La devaluación de nuestra moneda, que anota 56% interanual en marzo, suma un problema adicional, porque como los precios del petróleo crudo están dolarizados también en el mercado local, la devaluación impacta directamente sobre el precio que deben pagan las refinadoras. El gobierno necesita dar incentivos a la producción en el segmento upstream pero sin resentir la rentabilidad del downstream, si no quiere volver a enfrentar problemas de desabastecimiento de combustibles ni resentir la rentabilidad de YPF, sobre quien carga actualmente la responsabilidad de un cambio de rumbo.

 

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