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Las gemelas, llamadas Jenna y Jillian, tuvieron la rara condición de ser “gemelas idénticas”, que significa que los fetos comparten una bolsa amniótica y se mantienen en contacto casi constante durante la duración del embarazo.
“Es realmente difícil mentalmente. Es una experiencia muy difícil de atravesar”, dijo la madre.
Las niñas nacieron sanas a las 33 semanas a través de una cesárea. Los médicos las mantuvieron agarradas de manera que la madre y su marido pudieran ver que sus recién nacidos fueron tomados de la mano. “No pensé que iban a salir y al instante de la mano. Era abrumador. Ni siquiera puedo poner esto en palabras”, dijo a ABC News. “No había un ojo seco en toda la sala de operaciones”, agregó.
Sarah Thistlewhistle, quien es la madre de Jenna y Jillian, tiene un hijo más grande de un año y medio, y hacía dos meses que estaba en el Akron General Medical Center de Ohio, EEUU, desde que los doctores le dijeron que al haber dos cordones umbilicales, el embarazo era de riesgo, ya que estos podían cruzarse.