El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, advirtió ayer que sus diferencias con el Gobierno se deben a que no existe una mesa de diálogo para resolver problemas de productividad y empleo, y lamentó que todo llegue impuesto desde la Casa Rosada y nada sea “negociable”.
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El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, advirtió ayer que sus diferencias con el Gobierno se deben a que no existe una mesa de diálogo para resolver problemas de productividad y empleo, y lamentó que todo llegue impuesto desde la Casa Rosada y nada sea “negociable”.
Méndez mostró su distancia con concepciones económicas de la administración kirchnerista y advirtió que el Gobierno tiene “prejuicios” sobre el sector privado debido a sus reiteradas críticas para el sector.
“Represento a un sector de trabajo, productor, que pone empresas para ganar plata, y si no gana plata y desaparece, los trabajadores se van a su casa, es una cadena”, advirtió Méndez en declaraciones a radio América.
Se quejó el dirigente empresarial porque actualmente “todo viene impuesto (desde el Gobierno) y nada es negociable” con las autoridades políticas: “Lamentablemente siempre tenemos ese problema”, admitió.
Un día después de una reunión de la Junta Directiva de la entidad, Méndez dijo que no sabe por qué “hay tanto prejuicio con el empresario por parte del Gobierno”.
En ese sentido, aclaró: “Si no nos dejan generar, no van a distribuir nada. No hay riqueza capaz de ser distribuida si antes no es generada”.
El empresario también se mostró preocupado por “el nivel de retracción” que viene sufriendo la industria, aunque aclaró que todavía el punto de que las compañías tengan que comenzar a generar despidos masivos.
Las empresas autopartistas y automotrices pusieron en marcha hace dos semanas un plan de suspensiones que afecta a unos 15.000 trabajadores, aunque por el momento no se registraron despidos masivos en esos sectores.
El industrial dejó en claro que la situación dependerá del futuro de la economía y subrayó que “el tema más grave es que no tenemos inversiones” privadas que impulsen la productividad.