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Guachipas sigue conmocionada por la desaparición y supuesto homicidio de Noelia Johana Rodríguez (22) ,y el caso mantiene a toda la provincia. Los rastrillajes para dar con su paradero comenzaron en el basural de la localidad, y ahora se trasladaron a una propiedad de Aldo “El Gringo” Vargas (33), detenido por el caso junto a su esposa. Se trata de una pequeña finca ubicada en el paraje Coropampa. También la buscan en zonas aledañas y no se descarta que los rastrillajes se extiendan al dique Cabra Corral. Ahora la investigación apunta con más fuerza en torno a Karina Celia Cardozo (36), conocida como “Tutú”, la esposa del hombre que confesó haber asesinado a su amante. La Policía cree que Vargas está protegiendo a su pareja y por eso dijo que el cuerpo fue enterrado en el basural. “Es extraño que él haya confesado que la chica fue ultimada y que indicara el sitio donde enterró el cadáver, pero resulta que en el lugar no se encontró nada, expresó una fuente policial.
Por tal motivo, los efectivos sumaron a la pesquisa las parcelas de tierra de Vargas, donde posee animales. Se supo que testigos le dijeron a la Policía que la esposa del imputado había sido vista en ese lugar la semana anterior, junto a un hombre desconocido en una actitud sospechosa.
Los investigadores no descartan que existan más implicados. Cardozo, quién también está detenida e incomunicada, había apuñalado a Vargas en diciembre del año pasado, luego de descubrir un mensaje de texto de Noelia en su celular. El matrimonio tuvo una acalorada discusión que culminó cuando la mujer le produjo heridas cortantes en manos y brazos. “Una de las hipótesis que se maneja en la investigación es que “El Gringo” no habría enviado los mensajes a Noelia para que se reencontraran el 4 del corriente. en horas de la noche. “Se sospecha que Karina se hizo pasar por Vargas y pactó el encuentro y que en esas circunstancias se produjo el fatal desenlace”, dijo un investigador.
La desaparición
Noelia Rodríguez desapareció luego de asistir al festival del tamal y la doma en Guachipas. La joven, quien trabajaba como empleada doméstica y residía en la calle 10 de Octubre al 400 de la capital salteña, solía visitar frecuentemente a sus padres en fechas especiales y algunos fines de semana. Tiene ocho hermanos. Sus vecinos la describieron como una joven callada y simpática. La chica mantenía una relación sentimental desde hace unos meses con Aldo Vargas, un amaestrador de animales. Rodríguez había concurrido a la doma junto a sobrinas y cuñadas. Cuando finalizó el evento se dirigió a comprar pan con una sobrina de 14 años. Retornaron a la casa de sus padres en el barrio Islas Malvinas, alrededor de las 20.30. Minutos después Noelia se retiró para encontrarse con Vargas. Antes había recibido un mensaje desde el celular del hombre para que se encontraran en un lugar desconocido. Pasaron horas y Noelia no regresó. Sin embargo, sus parientes recibieron cuatro mensajes. Uno de ellos decía: “No voy a volver, estoy bien, estoy con un chico en Cafayate”. Otro rezaba: “Estoy cansada”. Pero la familia sospechó que no era ella, porque los mensajes tenían errores ortográficos y palabras incompletas y Noelia no escribía de esa forma. El lunes 5 radicaron una denuncia por la desaparición de la joven, pero según la familia Rodríguez, la Policía tardó demasiado en iniciar su búsqueda.
“Mi hija no era prostituta, vivía de una asignación”
Luego de que fuentes investigativas revelaran a El Tribuno que amigas y parte del entorno de Paola, la adolescente asesinada y arrojada a la vera de la ruta nacional 9, cerca del peaje de Aunor, expresaran que la jovencita ejercía la prostitución, su madre Victoria desmintió los dichos. “Mi hija no era una prostituta, vivía de la asignación universal por hijo”, expresó. En medio del dolor y la incertidumbre, su familia aseguró no tener pistas acerca de quien o quienes podrían ser los autores de crimen. “A Paola le hicieron algo horrible y queremos saber quien fue”, dijeron. La familia aclaró que la chica no es de apellido Rodríguez, sino Ramírez. A la par de estar viviendo los peores momentos, también están indignados con las investigaciones en torno a lo ocurrido con la adolescente.
“Para nosotros era habitual que Paola se vaya de la casa, pero siempre llamaba o mandaba mensajes.Al leer las publicaciones de los medios, comencé a sospechar que la chica encontrada en la ruta podía ser mi sobrina. Llamamos a la comisaría y nos cortaron el teléfono, nos trataron muy mal sumado a que los datos que proporcionaron eran falsos”, dijo su tía. Paola era madre de una beba de siete meses, la que permanece en el hogar Casa Cuna por disposición de una jueza, ya que la adolescente llevaba una vida muy desordenada. El drama de la familia se amplió cuando uno de sus tíos, quien sufrió un accidente laboral y estaba internado, debió abandonar el hospital a raíz de lo sucedido. “José tiene fecha de operación para el martes, pero ayer no quisieron recibirlo en el hospital San Bernardo”, se quejaron..