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En los últimos días se han escuchado muchas opiniones acerca del servicio militar y quisiera aportar la mía, por tratarse de un asunto de gran contenido social.
Con el avance de los derechos humanos, el militarismo corresponde al pasado. Vivimos en un continente de paz y hermanados en un origen común con la meta puesta en la integración latinoamericana.
Por ello, nuestras fuerzas armadas deberían ser renovadas técnica y científicamente, para dedicarse al dominio aéreo y a la defensa del litoral marítimo.
Los cuarteles en las ciudades deberían convertirse, más que nada, en escuelas técnicas completas que brinden formación en electrónica e informática, hasta en materia de instalaciones eléctricas, plomería y de gas. En ese ámbito, debería procurarse asistencia vital (hospedaje, comida) a muchísimos jóvenes que por falta de recursos o distancia no tienen hoy oportunidades. Para cumplir estos objetivos todo debería funcionar con respeto, compromiso social y bien entendida disciplina.
Braulio Justiniano
Vaqueros