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UN PRESIDENTE DIGNO

Domingo, 01 de junio de 2014 01:44
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Han pasado 71 años de la Revolución del 4 de junio de 1943. Con esa Revolución se terminó con la llamada “década infame”. El que asume como Presidente de la Nación fue el gral. div. Pedro Pablo Ramírez, y lo hace con la condición de no cobrar sueldo como Presidente, ni él, ni todo su gabinete por el estado en el que se encontraba la Argentina económicamente, y que se llamara a elecciones a los tres meses.

El gral. Ramírez nunca tuvo ambición de mando, no era nazi, ni dictador. Pertenecía al Arma de Caballería, el primero de su promoción. Fue un hombre ético, y digno, un verdadero soldado. Becado en Alemania en el año 1911-13, en el Regimiento Húsares en Prusia siendo Teniente 1ro. Agregado Militar en Roma en 1935. Director de la Escuela Superior de Guerra, Cmte. en Salta de 1938-40. Todos sus cargos fueron relevantes en los destinos que le fueron encomendados. Un hombre con una profunda convicción religiosa, una gran fe en Dios y en la Virgen. Durante su presidencia, mediante un decreto, designa a la Virgen de la Merced Generala del Ejército Argentino (al igual que lo hiciera el gral. Manuel Belgrano en 1813) y le coloca las insignias del generalato.

Soportó en silencio traiciones e intrigas de algunos camaradas y de personas allegadas al Gobierno, las cuales supo perdonar. Nunca discriminó a nadie por pertenecer a otra religión o raza. Supo respetar la condición humana. Lo llamaban el “Presidente de los pobres”.

El gral. Ramírez presenta su renuncia en marzo de 1944 como Presidente de la Nación, renuncia que el gral. Edelmiro J. Farrell no le acepta, quedando su alejamiento como una delegación de mando por enfermedad, cosa que no era cierto. Su renuncia recién fue publicada en el año 1955, después de la caída del gral. Juan Domingo Perón, con la Revolución de 1955.

Cuando pidió su pase a retiro se llamó a silencio, porque de él dependía la vida de muchos camaradas. Silencio que saben guardar los hombres de armas. Tuvo una vida ascética, honorable, respetado y querido por mucha gente. Ese respeto y ese cariño se vio reflejado cuando falleció el 11 de junio de 1962.

El gral. Pedro Pablo Ramírez, fue el único Presidente argentino que no cobró sueldo ni pensión como tal, él se retiró con su pensión de Gral. de División. Eran otros tiempos, otra cultura, otra gente, habían valores, que hoy lamentablemente se han perdido. Pero también, era otra Argentina.

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