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Una fuente policial confió que la causa por el doble crimen de General Mosconi estaría por cerrarse como "suicidio", como una versión "políticamente correcta". Así sería la hipotesis que arrojaría la investigación que lleva adelante la policía y el fiscal penal en turno Julio Mendía Campos en relación a la muerte de un gendarme y de su novia, hecho acaecido el pasado 15 del corriente.
Sobre el hecho de que no se encontrasen las armas, un alto oficial a cargo de las investigaciones del caso consideró que "alguien se las debe haber robado".
Alrededor de las 23.30 horas y después de los festejos por el primer triunfo de la selección argentina en el mundial de fútbol, el cabo de la Gendarmería Nacional Argentina el formoseño Rodolfo Nicolás Paredes de 29 años de edad y su novia la jóven mosconenses Carla Aponte de 22 años fueron asesinados en la puerta del domicilio en el que residía la jóven en el barrio 447 viviendas.
A los pocos minutos de que los vecinos escucharan los disparos, el móvil del sistema de emergencias 911 seguido por gran cantidad de efectivos policiales llegaron al lugar. Si bien en un primer momento se consideró que podría tratarse del homicidio de Carla seguida del suicidio de Paredes, dos piezas fundamentales faltaban en el lugar del trágico episodio, la vereda de la vivienda N° 18 de la manzana P del barrio 447. El arma de fuego 9 milímetros con el que se hicieron los disparos y el arma blanca que se utilizó para asesinar a Carla Aponte. .
En el lugar tampoco estaba la motocicleta Honda Wave en el cual se movilizaba y en la que momentos antes de su muerte había llegado a visitar a Carla, el gendarme Paredes. El gendarme prácticamente nunca dejaba su motocicleta y ese día no fue la excepción.
Los efectivos pertenecientes a la división de criminalística buscaron afanosamente elementos que pudieran clarificar el hecho que generó una verdadera conmoción en el populoso barrio 447 y lograron localizar las vainas servidas y un plomo desnudo de un arma de 9 milímetros desde el interior de un automóvil Chevrolet Celta que se encontraba estacionado en el garaje de una vivienda vecina. Pero nunca pudieron encontrar ni el arma blanca ni el arma de fuego con el que se produjo la homicidio de la jóven pareja.
Si bien algunos familiares declararon que la relación entre ambos se había terminado, otros vecinos confiaron a este medio que el 13 de junio -dos días antes del trágico hecho- ambos permanecieron juntos en el monoambiente que ocupaba Paredes. "Se escucharon discusiones pero es falso que hayan terminado su relación; era habitual que ella viniera a quedarse con él en el monoambiente" confió el mismo vecino quien relató que a los pocos minutos de producido el hecho de sangre "esto (la propiedad donde se encuentra el monoambiente, junto a otro departamento y una casa amplia colindante ) se llenó de gendarmes.
Todos buscaban el arma pero no la encontraron como tampoco a la moto en que siempre andaba Paredes" refirió. La llave del monoambiente que ocupaba Paredes se encontraba guardada en la riñonera que el jóven llevaba puesta en el momento de su deceso.
El gendarme de 29 años era casado y separado y al llegar para prestar servicios en la estratégica unidad de lucha contra el narcotráfico en General Mosconi , vivía con su esposa en el monoambiente. Pero hace un año aproximadamente la mujer regresó a Formosa y Paredes se quedó viviendo solo. Las diferencias entre la pareja de Paredes y Aponte eran conocidas por todos pero nadie imaginó el trágico desenlace.
Un alto oficial a cargo de las investigaciones del caso al ser consultado por el hecho fundamental de que ninguna de las armas utilizadas fuera encontrada en el lugar para ser considerado un crímen pasional, consideró que "alguien se las debe haber robado". Un argumento que no puede creer ni el más ingenuo.