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Como el Servicio Meteorológico, el pronóstico nos indica que el tiempo va mejorando. Sí, así se mostró ayer la Argentina. Al cabo de los tres partidos la primera fase Argentina está mostrando un rendimiento que va de menor a mayor. Porque después de la desilusión que vivimos ante Bosnia o del agónico triunfo ante Irán, ayer la Selección mostró otra dinámica y predisposición. Fue prácticamente la Argentina que todos conocemos.
Compacta y agresiva desde media cancha hacia arriba, más un Messi intratable, pero con el dilema o las dudas que se genera a la hora de defender. Tal vez Nigeria fue el rival más exigente que tuvo hasta ahora, pero está visto que cuando el rival es de mayor envergadura, mayor es el rendimiento del equipo de Sabella. Seguramente las exigencias de aquí en más serán mayores, pero de acuerdo a lo visto ayer hay que confiar plenamente en la titánica tarea de recuperación de Mascherano, en el despliegue gigantesco de Di María o en el progreso y hambre que tiene Rojo. La Selección va mejorando y demostrando que a la hora de atacar es letal. Porque Di María tuvo dos o tres ocasiones claras y hasta Garay y Lavezzi tuvieron las suyas. Y si esa es la tendencia en buena hora, no importa cuanto goles haga el rival, sino cuantos hace Argentina, como los grandes equipos. Como el Servicio Meteorológico, esta Argentina amenaza con ser un aluvión...