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El destino volvió a poner a San Antonio Spurs y a Miami Heat en una final de NBA, reeditando el mismo cruce que se produjo en 2013, cuando el conjunto en el que actúa LeBron James se quedó con el título al ganar la serie ajustadamente por 4-3.
Ante este panorama, el equipo dirigido por Gregg Popovich tiene la posibilidad de tomarse revancha en esta nueva serie final que arrancará hoy, a partir de las 22, en su estadio.
Para llegar a esta instancia definitoria, San Antonio dejó en el camino a Oklahoma Thunder por 4 a 2, luego de haber definido la serie el sábado pasado por 112-107 en tiempo suplementario. Mientras que el conjunto de Miami llega tras eliminar a los Indiana Pacers de Luis Scola.
Los Spurs exhiben como principal argumento para el triunfo esa sensación de pertenencia a la franquicia, ese funcionamiento grupal que prescinde de lo individual y un comportamiento que no es común por estos días, se trate de la disciplina que fuere: hacer fácil lo difícil con la simple capacidad de diseñar la jugada más sencilla, aquella que implica el menor riesgo posible.
La enorme jerarquía de su jugador emblema Tim Duncan, más los aportes del argentino Emanuel Ginóbili, Parker, Kawhi Leonard y el francés Boris Diaw han hecho de San Antonio un equipo muy confiable, en el que los apostadores siempre están dispuestos a invertir unos dólares.
Pero la definición no será sencilla porque enfrente estará Miami, el conjunto que durante el 2013 se quedó con el anillo, tras una serie equilibrada.
Los Heat sustentan su poderío en la increíble capacidad atlética y en los fundamentos de juego del astro LeBron James, más las contribuciones de los internos Chris Bosh y Chris Andersen, más Dwyane Wade que, pese a sus inconvenientes físicos, se las compone para ser casi siempre una de las principales vías de anotación.
A todo ello, cuando el ataque explosivo y contundente de los Heat sufre una merma, los tiros exteriores del experimentado Ray Allen o de Rashard Lewis suelen aportarle soluciones. Con estas cartas en el mazo, San Antonio y Miami prometen una definición equilibrada que puede prolongarse hasta el viernes 20, en caso de que todo se resuelva en un séptimo partido. Lo que significa que esta serie final será un buen espectáculo tanto para los amantes del basquetbol como para los que no lo son.
Los partidos
Al tener la ventaja deportiva sobre Miami y con la implementación del sistema de localías 2-2-1-1-1, San Antonio arrancará la serie jugando dos partidos consecutivos en su casa, lo que se traduce al encuentro de hoy y el del próximo domingo en el AT&T Center. Luego la serie se trasladará a la casa de los Heat donde se jugarán el tercer y cuarto cotejo de este duelo el martes 10 y el jueves 12, respectivamente.
En caso de ser necesario, el quinto partido se jugaría el domingo 15 en San Antonio, mientras que el sexto se realizaría en Miami el martes 17. Finalmente, si este duelo llega a un séptimo cotejo, se haría el viernes 20 en el AT&T Center.