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“Decime que se siente...

Domingo, 06 de julio de 2014 12:42
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Argentina pasó la barrera de los cuartos de final de un Mundial tras 24 años y la ilusión sigue viva en todos los argentinos que ansían ver a la Selección de Alejandro Sabella aún más arriba. Gonzalo Higuaín, el “fantástico” que permanecía ausente, eligió el mejor momento para decir presente con el gol que posibilitó llegar a las semifinales. Marcó a los 8 minutos del primer tiempo y tuvo otra clara chance en el segundo tiempo. 

Argentina lució mejor en el primer tiempo y no tanto en el complemento. Redondeó la mejor actuación colectiva en el Mundial ante un rival que se presentaba con dos o tres jugadores que podían crear peligro, pero que no gravitaron.

Argentina dominó a un adversario que nunca entendió el partido, más allá de los dibujos tácticos de ambos. Sin embargo, no tuvo la misma vocación ofensiva en el ST, a pesar de que la jugadas más claras se presentaron en ese periodo. Sabella prefirió resignar algo de ataque y tener más la pelota en el medio, por eso sacó a Lavezzi y después a Higuaín y poner a Palacios y Gago para reforzar la media cancha. 
Argentina aguantó el cero y terminó festejando un merecido triunfo. 

Apareció el equipo

Durante la primera fase del Mundial la dependencia de Messi fue absoluta. 

Los cuatros goles que convirtió nos pusieron en la fase de eliminación directa, pero a la par de los festejos del “10” la interrogante se centraba en cuando iba a aparecer el equipo y cuando se destacarían quienes acompañan al mejor jugador del mundo. 

Y la respuesta llegó en octavos y cuartos de final. Angel Di María fue la clave para dejar a Suiza en el camino y ayer fue el turno de Higuaín para en la clasificación a semifinales. A pesar de esto Messi no perdió protagonismo, ya que en los goles su intervención fue decisiva. 

El equipo va mutando de la messidependencia a un juego colectivo que es saludable cuando la mayoría de los rivales tratan de cerrarle los caminos al genio rosarino.
 

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