Ucrania pidió ayuda militar "de envergadura" tras acusar ayer a Rusia de hacer penetrar tropas en el este del país, lo que fue desmentido por Moscú.
Los temores de guerra abierta entre ambos países crecieron en las últimas horas, con acusaciones detalladas de parte de la OTAN, que asegura que son más de 1.000 los soldados rusos en la zona. Por eso, la Alianza Atlántica anunció que sus embajadores se reunirán hoy.
La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió que la Unión Europea discutirá "nuevas sanciones" contra Moscú.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, reunió de urgencia a su Consejo de Seguridad ante el "deterioro de la situación por la entrada de tropas rusas".
"Está claro que la situación es extremadamente complicada pero controlable", declaró Poroshenko al inicio de la reunión.
"Estamos en condiciones de defendernos" añadió. Poroshenko mencionó que había negociaciones sobre suministro de armas a su país. Y su gobierno reinstaurará el reclutamiento forzoso a partir de septiembre.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, dijo que "la información no tiene relación con la realidad".
Según Kiev, las "tropas rusas" en su territorio habrían tomado el control de la ciudad fronteriza estratégica de Novoazovsk, ciudad costera de 11.000 habitantes ubicada a unos 100 kilómetros al sur del bastión rebelde de Donetsk.