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La infortunada joven fue identificada como Rosana Silvana Barbas, quien todavía amamantaba a su bebé de 8 meses. La muchacha murió instantáneamente luego de recibir dos certeros disparos que le descerrajó el homicida con una escopeta calibre 16 y que le impactaron en la cabeza y en el cuello.
Ella se convirtió en la séptima víctima de femicidio en la provincia de Salta, en lo que va del año (hay un octavo caso de una joven que murió quemada y que aún está en dudas si fue un homicidio o un accidente doméstico). Murió violentamente por su condición de mujer, y como casi la totalidad de los casos denunciados, fue a manos de su pareja.
El sujeto, identificado por la Policía como Santino Salas, luego de cometer el hecho de sangre se dio a la fuga dejando en el lugar el arma homicida que fue secuestrada minutos más tarde por el personal policial.
Estupor y congoja
La pareja residía en una especie de inquilinato que comparten varias familias de escasos recursos en el barrio San Juan, ubicado en la zona sudeste de Tartagal.
La tragedia que le costó la vida a la joven madre se desencadenó pasadas las 21.30 del viernes, cuando Salas, quien según lo que hablaban algunos vecinos -que no quisieron dar declaraciones a los medios de comunicación-, llegó a la vivienda y comenzó una violenta discusión con su esposa.
"Los que vivimos en este inquilinato escuchamos la pelea; por lo que se decían parece que era por cuestiones de celos, pero no sé si de ella a él o al revés", relató una mujer mayor profundamente conmovida por la situación.
Y siguió: "Al rato nomás escuchamos unos gritos y enseguida los disparos. Cuando salimos al pasillo para ver lo que sucedía, lo vimos que él salía corriendo y se escapaba", añadió la señora.
Al escuchar las detonaciones los vecinos, que antes habían oído la pelea verbal, ingresaron en la vivienda donde encontraron a la joven tirada en el suelo y bañada en sangre.
Cuando el personal policial llegó al lugar una vecina tenía en brazos al bebé de 8 meses mientras otros vecinos, profundamente conmovidos por la situación contenían a los otros dos nenes de 3 y 5 años.
Según trascendió el nene de 5 años era hijo de Silvana producto de una relación anterior.
Salas había perdido su trabajo hacía varios meses y la familia -de muy escasos recursos- sobrevivía de la venta de sandwiches que por las noches hacía el exjornalero y que los ofrecía entre los vecinos.
Un hombre que vive en el mismo inquilinato aseguró ayer que "estaban en mala situación económica y no podían ni pagar la pieza que ocupaban. Pero eso no justifica esta desgracia y que haya dejado a esos niños sin su madre". Reflexionó con los ojos llenos de lágrima. La tragedia conmovió a todos, en especial, al pensar en el futuro de los niños.
Búsqueda
Cuando los vecinos llamaron al hospital y a la Policía, el lugar se llenó de móviles y varias patrullas se abocaron a la búsqueda de Salas, quien luego de asesinar a su esposa se fugó del lugar dejando dentro de la precaria vivienda el arma homicida.
Las tareas de aprehensión del sujeto, que es intensamente buscado por la Brigada de Investigaciones y varias dependencias policiales, se verán dificultadas ya que Salas conoce muy bien la zona rural del departamento San Martín y de todo el Chaco salteño donde durante años se desempeñó como cuidador de una finca y por eso mantenía en su poder la escopeta calibre 16.
Los restos de la infortunada joven fueron velados en el barrio Norte Grande antes de su inhumación. En las redes sociales familiares de Rosana Silvana Barbas comenzaron a difundir las fotos de Salas para ayudar a su pronta detención.