¿Qué Salta queremos? ¿En qué país queremos estar?

¿Qué Salta queremos? ¿En qué país queremos estar?

Generalmente los candidatos hablan del país, pero no hacen precisiones de las regiones con sus características propias.
Salta que fue camino para llevar las mulas a Chile y a Bolivia; en ese itinerario, La Poma era un lugar clave, pues era el último sitio donde se engordaba a los animales para que soportaran la caminata hacia los países limítrofes. Eran nuestros arrieros los que llevaban esos animales. Era el comercio con los otros países.
La industria que existía era la de los ingenios, donde trabajaban indígenas, eslavos y criollos, y se conformaba un núcleo de poder económico privilegiado.
La historia cambió el escenario. Los ingenios, más diversificados en la producción de papel, alcohol, cítricos y bananas además del azúcar, y con la presencia de gremios, son fuente de trabajo para la región.
En este nuevo escenario surgieron otros cultivos, como el tabaco y los cítricos, con mucha mano de obra pero que requerirían mayor industrialización local; también las legumbres y la soja, fuente extraordinaria de alimento y divisas, pero generadora de controversias.
La soja requiere desmontes y genera poca mano de obra en el lugar de cultivo. En Salta hay alimentos y hay desnutridos. Es imprescindible que el sistema productivo de la provincia garantice ganancias repartidas, estables y previsibles. Hoy eso no ocurre, porque tenemos un campo endeudado en 3.500 millones de pesos, y sin ingresos esperables para este año.
Necesitamos tener en cuenta a la región y a la provincia, con todas sus particularidades; con la mirada salteña, con los técnicos salteños , con los estudiantes salteños, con los trabajadores salteños.
La gran incógnita es cuál será el proyecto de desarrollo del transporte, que es clave para exportar la producción. La historia nos enseña que "donde llegó el tren, llegó el desarrollo", aunque después, es cierto, se hayan abortado muchas expectativas. Tenemos la certeza del potencial que proponen los puertos del Pacífico.
Nuestra región necesita fortalecer la utilización del ferrocarril, mejorar las vías, tener vagones, cuidar el precio de los fletes. Se deben cuidar y construir más caminos y facilitar la comunicación entre las diferentes zonas del país.
Esa decisión debe formar parte de un proyecto ambicioso, con asociaciones regionales y una estrategia de llegada a los mercados con paquetes de exportaciones.
Es dramático asumir que Salta sea una de las provincias con más pobres, como lo reconoce quien la gobierna desde hace ocho años, donde la desnutrición es un flagelo que se cobra demasiadas vidas infantiles.
Es dramático el castigo del paco, que castiga a los niños, como lo es también el deterioro de la educación pública y la degradación del sistema hospitalario.
Salta necesita y merece una transformación de fondo:
- Necesita una educación para todos, más inclusiva , que mejore la producción local, que haga competitivos a nuestros jóvenes, que los prepare para trabajar en equipo, que les enseñe el conocimiento académico, pero donde también aprendan a negociar, a competir, a mediar, a incorporar las nuevas tecnologías.
- Necesita que la producción genere trabajo para los salteños y que los beneficios queden en Salta, traducidas en calidad de vida, como lo hacen los países desarrollados. Con trabajo y educación, ambos de calidad, hay inclusión.
La lucha contra el narcotráfico debe ser integral, entre otras cosas, con trabajo de calidad y en blanco, y con educación.
Por supuesto, todo esto es inimaginable sin respeto por la ley y las instituciones, sin división efectiva de poderes, sin transparencia en la designación de jueces, sin justicia independiente y sin un efectivo control de los gastos públicos.
La educación, el trabajo, la salud y la familia son la base de una sociedad tranquila, feliz y solidaria. Es, también, el cimiento de la seguridad, es decir, de la paz social, que es lo que en estos tiempos tan difíciles a nivel mundial debemos todos trabajar para conseguir llegar a este objetivo.
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