inicia sesión o regístrate.
- Alivia el cansancio. Son varios los expertos que han investigado el sonido del tambor y sus efectos curativos en enfermedades físicas y psicológicas, porque lleva a las personas a un estado meditativo y de trance, lo que produce niveles de actividad cerebral beta (concentración y actividad centrada), alfa (más tranquilo y relajado) y theta (calma profunda). Con solo escuchar el ritmo de los tambores, podemos entrar en un estado de conciencia alterado y el campo de energía de nuestro cuerpo se sintoniza con su ritmo.
- Fortalece el sistema inmunológico. El ritmo entra en el organismo y ayuda a sanar, acelerando la curación del cuerpo físico y produciendo sensaciones de bienestar. No en vano los esclavos, en la antigedad, danzaban con tambores para sacudirse la hostilidad recibida durante el día.
- Actúa como un calmante sonoro. Por eso suele recomendarse para pacientes con Alzheimer, niños autistas y personas con trastornos emocionales y nerviosos.
- Estimula la producción de opiáceos y endorfinas en el organismo. Por lo tanto, escuchar este sonido puede ayudar al control del dolor. Por eso es tan bienvenido el tambor suave en los partos o en los períodos menstruales, para sentir alivio en el útero si está molesta.
- Libera sentimientos negativos y bloqueos corporales-emotivos. El tambor ayuda a expresar las emociones.