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El sueño de Axel ya cumplió un año de vida

Domingo, 15 de marzo de 2015 00:30
Todas las tardes se arma una fila por una ración en el comedor.<br>
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El 5 de marzo del año pasado el Axel cumplió 9 años y el pedido de regalo a sus padres fue muy particular: ni juguetes, ni zapatillas, ni un celular de última generación. Tampoco invitados con un despliegue de muñecos o payasos contratados cortando la cuadra de su casa, no, lo que Axel Torres pidió para su noveno cumpleaños fue un regalo que en realidad no sería para él, sino para ayudar a los que menos tienen.

Marcia y Kelo, sus padres y dueños de un comedor, escucharon sorprendidos la petición de su hijo: "Quiero que me ayuden a armar un comedor para darle de comer a todos los chicos que tienen hambre".

Este niño de contextura pequeña pero sin duda con un corazón de león, de mirada vivaz y chispeante descubría cada noche las necesidades y carencias de tanta gente que se acercaba al negocio familiar en busca de lo que sobrara.

"A él le conmueve mucho la necesidad de la gente" -dice Marcia, su mamá- "entra corriendo a la casa a pedir comida o ropa cuando ve que un niño no tiene nada".

Cada tarde, de lunes a viernes, una larga fila se observa en la puerta del local ubicado en la calle Pueyrredón.
Niños y niñas, madres, abuelos se acercan con un recipiente para que Axel les sirva la comida. El pequeño declaró con suma humildad: "Yo quiero que duerman con la panza calentita."

Sus padres afirman: "Estamos muy orgullosos de nuestro hijo, es un niño muy alegre y sensible, valora cada cosa que hacemos por él, nos ve trabajar a diario, a veces casi sin descanso, sin embargo nos enseña que no todo está perdido, que se puede ayudar cuando uno no se encadena a lo material."

Hoy Axel tiene nuevos amigos con los cuales comparte horas de juego. "Juan y Facundo ya son mis amigos, los conocí acá, cuando abrí el comedor", dice con una disimulada sonrisa.

El comedor se sustenta esencialmente gracias al trabajo y la generosidad de sus padres, pero siempre se acercan donaciones anónimas. "El compromiso de Axel despertó la generosidad de muchos vecinos", explica Marcia.

Al principio eran solo seis personas las que a diario retiraban su vianda, hoy son más de cien. Marcia a veces no se explica cómo la comida alcanza para todos: "Simplemente es un milagro, como la multiplicación de los panes".

Este 5 de marzo Axel cumplió 10 años, y su comedor, su primer aniversario. Alumno destacado de cuarto grado, mejor compañero del aula, con camiseta azulgrana de Messi bien calzada, decidió que su futuro será la medicina. "Voy a atender a todos, a grandes y a chicos, pero no voy a cobrar a nadie", se comprometió un niño con corazón gigante.
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