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Lo aprobaron los concejales durante la última sesión, con la finalidad de apuntar a la seguridad y efectividad de la gestión de residuos con la recolección diferenciada de aparatos eléctricos y electrónicos en desuso.
El concejal Víctor Petrello (bloque Justicia y participación democrática) lanzó la propuesta en octubre del año pasado para "minimizar el impacto en el medio ambiente".
Quedó claro en el debate que lo primero que se deberá tener en cuenta para llevar adelante este proyecto es realizar una campaña de concientización para comprometer responsablemente al ciudadano con el cuidado del medio ambiente. A partir de allí se instrumentará la recolección diferenciada de la basura electrónica de manera ágil y accesible, para que la gente pueda depositarla sin dificultades.
También se deberá poner especial atención en el control de la disposición de ese tipo de basura para que se haga el reciclado apropiado entre las partes recuperables y, al mismo tiempo, se disponga correctamente lo que no es reutilizable evitando cualquier impacto negativo en el ambiente.
Los antecedentes
En los hogares, instituciones intermedias, empresas y organismos estatales es progresiva la generación de desecho electrónico y su alto impacto en el medio ambiente.
La denominada "basura electrónica" corresponde a productos descartados por su obsolescencia tales como computadoras, CPU, monitores, notebooks, los llamados periféricos como teclado, mouse, parlantes y otros, impresoras, teléfonos celulares y más.
La imparable innovación tecnológica produce una creciente demanda y, consecuentemente, el permanente reemplazo de equipos y dispositivos electrónicos, generando así toneladas de basura electrónica.
Según la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y estudios internacionales, los residuos electrónicos experimentan un incremento mayor de generación que la tasa anual de aumento de residuos domiciliarios. Cálculos oficiales dan cuenta de que cada ciudadano genera alrededor de tres kilogramos anuales de basura electrónica.
Se estima asimismo que en la Argentina hay 50 millones de líneas celulares habilitadas. A esta enorme cantidad, que supera a la cantidad de habitantes, hay que considerar la corta vida de los teléfonos, es decir, hay una alta rotación de equipos aunque funcionen perfectamente, promovidas por el mercado y la implementación de nuevos diseños y tecnologías. Así, por año, se destinan miles de toneladas de residuos electrónicos cuyo contenido en un 90% es de plástico, vidrio y metales que terminan junto a la basura domiciliaria RSU (residuos sólidos urbanos).
El municipio debe destinar un lugar
Con la ordenanza aprobada, ahora queda en manos de la Intendencia.
Aunque existe un proyecto de ley para regular la recolección y disposición de residuos informáticos a nivel nacional, con media sanción en el Senado nacional, este espera su tratamiento desde 2011, generando una ausencia legislativa en esta materia en nuestro país, contó como fundamento el autor del proyecto, Víctor Petrello.
"Ahora que se aprobó esta ordenanza, el Ejecutivo municipal deberá establecer convenios con empresas privadas y estatales dedicadas al reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, para establecer metodologías y acciones conjuntas", dijo y agregó: "Lo único que resta es que el Ejecutivo destine un lugar para los remanente electrónicos".