Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
14°
10 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Urtubey, el Mesías en tiempos de resurrección

Domingo, 05 de abril de 2015 01:55
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
No hubo mucho para analizar, salvo otro mensaje discordante entre las frases más destacadas que alimentaron esa sensación de desconcierto reinante en estos tiempos del oficialismo.
La Asamblea Legislativa escuchó la breve lectura y dejó abierto el 117º período de sus sesiones ordinarias; Urtubey pronunció el octavo discurso al final de su segundo mandato en la provincia y todo quedó en la incertidumbre; a la espera, como si fuese el momento bisagra de una etapa de cambios.
Para algunos fue un mensaje de profundo contenido y digno de analizar desde cada palabra. Para otros fue apenas la enumeración de una agenda irreal y a la deriva.
Lo concreto es que el mensaje de Urtubey en la Legislatura fue el más corto de toda su gestión: apenas 13 minutos contra la hora y 42 del año 2008 y menos todavía que los 42 minutos del 2014.
Pero la extensión de este discurso no fue lo que más llamó la atención. Cuando todo el mundo esperaba una embestida de anuncios de Gobierno, Urtubey aseguraba que, por respeto a sus contrincantes políticos no utilizaría el estrado para un discurso que pueda ser entendido como proselitista. De hecho no lo hizo y el desconcierto fue total.
Después de todo, días anteriores el ministro de Economía había anunciado -pese a las restricciones de la ley electoral- obras de agua y saneamiento con un nuevo endeudamiento para la provincia.
También había sido el propio ministro de Gobierno, quien horas antes anticipaba que se iban a reservas los anuncios para la Legislatura.
Lo extraño también es que los medios oficialistas habían publicado en sus ediciones de ese día que se esperaban anuncios importantes del gobernador en la Asamblea. Nada de eso ocurrió.
Incluso hubo quienes señalaron que el escueto discurso en el Palacio Legislativo tenía en el fondo una especie de tono nostalgioso.
Nada que ver con los soberbios triunfalismos que los legisladores vienen escuchando por parte del mandatario.
Pero esa nostalgia, acompañada por un dossier de obras de la actual gestión -muchas de las cuales se cuentan como parte de las inconclusas tareas del Fondo de Reparación Histórica- sí tuvo un rasgo mesiánico como pocas veces antes visto.
"Nunca un gobierno mejoró la formación policial como el nuestro, nunca hubo tantos policías recorriendo ciudades y pueblos de la provincia ni tanta tecnología al servicio de la seguridad de los ciudadanos" sostuvo Urtubey.
"Nunca un gobierno luchó tanto por la generación de empleo genuino, el trabajo en blanco o los derechos de los trabajadores a un empleo digno" fue otra de las frases mas destacas.
Y allí fue cuando Urtubey reapareció en toda su dimensión: mesiánico, justo en tiempos de Pascua. Urtubey como el promotor del bienestar de todos los salteños; Urtubey como el mandatario más importante en la historia de la provincia; Urtubey como el hacedor de un nuevo orden y un nuevo sistema. Urtubey autoproclamado mesías; Urtubey en su versión más original.
"Agradezco a Dios haber encontrado mi misión que es trabajar incansablemente para tener una Salta y una Argentina en donde todos nos podamos sentir un poquito más iguales", mencionó en contacto con los medios luego del acto.
Otro evidente mensaje de la tentación mesiánica, en un tiempo político y religioso como él mismo se encargó de hacer ver.
Sin filtros y con poco de razonamiento, Urtubey suele sorprender con frases polémicas. Desde el "Yo elijo seguir..." en la cartelería de esta campaña, hasta "La misma sangre, la misma lucha..." en las elecciones anteriores, hay elemenos tan comunes como contradictorios en cada uno de sus mensajes.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD