inicia sesión o regístrate.
Y por sobre los sentimientos compartidos con sus comunidades, una gran dosis de responsabilidad recayó sobre ellos, que ven en este campeonato internacional una vidriera en la cual los miembros de los pueblos originarios podrán demostrar todo su potencial.
Cristian López, Gustavo Gracioni y Juan Urzagasti, de la comunidad chané de Campo Durán, junto a Juan Lorenzo y Jorge López, quienes residen en Aguaray pero pertenecen a la comunidad logys, un desprendimiento de los wichis, serán parte de este encuentro como integrantes del equipo de 18 futbolistas que representarán a la Argentina en la primera Copa Indoamericana de los Pueblos Originarios que se jugará en tres subsedes en el país trasandino.
Una iniciativa de la Unasur
Jorge López fue quien tomó la posta de la charla con El Tribuno y explicó: "Todo se inició hace algún tiempo como consecuencia de uno de los últimos encuentros que hizo la Unasur, donde los representantes de Chile expresaron la necesidad de que nuestros países se encuentren en el deporte, que se visibilice la inclusión y la igualdad. Para esto, nada mejor que el fútbol, que es pasión en la región. La propuesta llegó a través del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas".
Para conformar el seleccionado de 18 jugadores viajaron cinco desde Salta. "La mayor satisfacción fue saber que todos quedamos. La alegría que tenemos es muy grande porque este encuentro internacional de fútbol servirá para que quienes somos miembros de comunidades originarias podamos demostrar nuestro talento, ya que de otra manera es mucho más difícil hacernos conocer internacionalmente", agregó López.
Los otros jóvenes
Cristian López tiene 17 años y es goleador del equipo de Central Norte de Aguaray. Viajó semanas atrás con sus otros cuatro compañeros y cuenta que "cuando nos dijeron que integrábamos el seleccionado me puse a llorar. Era muy fuerte, y estar en Buenos Aires, en el lugar donde entrenan los seleccionados mayores, fue increíble para nosotros", expresó con la emoción reflejada en su rostro.
Gustavo Gracioni es medio campista (N§ 5) y después de salir de la escuela secundaria -como tantos chicos del interior- no tuvo mucho más para hacer, de manera que se volcó de lleno al fútbol. "Este año pensaba hacer cursos de computación, pero como nos salió esta oportunidad me aboqué totalmente a practicar. No podemos creer que vamos a representar a la Argentina fuera de nuestro país y eso nos motiva a que pongamos todo para hacer un muy buen papel".
Como los chicos deben tener un entrenamiento permanente, el entrenador físico de la selección, Roberto Russi, les acercó un borrador donde consta todo lo que deben lograr hasta los primeros días de julio. Los chicos tienen contacto permanente con médicos y otros profesionales del seleccionado nacional Sub-17, de manera que el trabajo que están realizando es intenso.