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Las autoridades electas en Salta y el síndrome de popularidad | Panorama salteño

Domingo, 28 de junio de 2015 00:01
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Confiados en que la ciudad y la provincia pueden manejarse en "piloto automático" hasta el 10 de diciembre, los funcionarios electos en los comicios generales del 17 de mayo buscan posicionarse ahora en el escenario nacional de las internas del 9 de agosto para afianzar sus acercamientos en relación al próximo gobierno nacional.
Tal vez por ser Salta la primera en definir a sus representantes para un nuevo período, las autoridades electas en la provincia exploran por estas semanas, una ventaja de tiempo que les pueda traer beneficios en el respaldo a uno u otro candidato nacional.
En el centro de la escena y despertando "algunos celos naturales", Gustavo Saenz, el futuro intendente de la ciudad de Salta y precandidato a vicepresidente en la fórmula de Sergio Massa ocupó prácticamente toda la semana en reuniones con el equipo de campaña del líder del Frente Renovador. No hay incompatibilidad en el ofrecimiento y Saenz corre con esa ventaja del tiempo electoral, sobre todo porque aún no está en funciones al frente de la comuna local.
Distinto es el caso del reelecto gobernador Juan Manuel Urtubey y su vicegobernador y aún intendente de Salta, Miguel Isa a quien se lo vio en animadas reuniones en Capital Federal junto al ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof.
Los motivos de esos encuentros, según se supo, tienen que ver con la gestión de recursos para dar cumplimiento a obras de infraestructura para la ciudad, antes de su partida hacia el gobierno provincial. Resulta un tanto extraño, de acuerdo a lo que se comenta en los pasillos de la jefatura comunal, que Isa pretenda concluir en pocos meses las obras que no pudo terminar a lo largo de varios años. Pero eso será motivo de análisis posteriores.
Para el caso de Juan Manuel Urtubey, el gobernador sigue muy concentrado en su apoyo a la candidatura presidencial de Daniel Scioli con quien también mantuvo reuniones en los últimos días.
Ya definida la fórmula de Scioli con la fuerte pata kirchnerista de Carlos Zannini y el alineamiento de La Cámpora, la tarea de Urtubey queda ahora en la incógnita: siendo que ya no disimula su alejamiento del actual gobierno y espera la renovación democrática, la pregunta es qué posición adoptará ahora. No se aleja del entorno de Scioli y esta proximidad alimenta las versiones de un objetivo del mandatario bonaerense de conformar una liga de gobernadores más alejados del kirchnerismo que tiene a Urtubey como referente.
"El gobernador salteño invierte gran parte del tiempo y energía política en utilizar su triunfo en Salta como un trampolín para 2019."
Este complejo escenario ha provocado que el gobernador salteño invierta gran parte de su tiempo y energía política en reposicionarse y utilizar su triunfo en Salta como un trampolín que pueda colocarlo entre los presidenciables para el 2019.
Puertas adentro en la provincia, la gestión no parece afrontar mayores inconvenientes; Urtubey confía en el 52% de los votos que obtuvo en las elecciones y en los que "pilotean la nave".
Mientras tanto y desde el punto de vista político, se cruzan algunos nubarrones de tormenta que parecen insignificantes para el mandatario: el Partido de la Victoria viene plantando bandera desde hace rato y todo demuestra que aprendió a caminar solo dentro de la alianza de gobierno provincial.
Provocó la interna en el frente con la presentación de su propia lista de diputados nacionales y obligó a Urtubey a alinear a todos los candidatos del PJ detrás de Javier David, una jugada que le está costando nuevos dolores de cabeza en el justicialismo salteño.
Pero esta actitud del PV no sorprende: el reclamo de espacios de poder en el frente gobernante resulta una lógica postura del principal socio político y los mensajes son claros.
La conformación de la lista del Partido de la Victoria con José Vilariño a la cabeza y la incorporación de Marcelo Astum y Rómula Montero, dos dirigentes justicialistas de peso en el norte y el sur provincial, es un síntoma y al mismo tiempo un aviso. Si no encuentran espacios dentro de las filas propias, no tendrán inconvenientes en cobijarse dentro de las filas puramente kirchneristas del gobierno provincial.
En este escenario la situación de confrontación parece ser más aguda dentro del PJ que en el PV.


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