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Laberintos humanos. Alternativas
En medio de la pelea que nos enfrentaba a los Varela, le contó Pablo a Carla Cruz, escuchamos por los altoparlantes una voz que nos dijo que podíamos solicitar la ayuda tanto nosotros como los Varela. La voz siguió diciendo que había dos chances: una era pedir que se nos sumara el Angélico Regimiento, tropa invencible que lleva a la victoria.
Parecía ser la mejor de las chances, aún sin haber escuchado la otra. Entonces la voz dijo que la alternativa era recibir la ayuda del santito. Recordamos que ese fue el concejo que te diera el Abuelo Virtual poco antes, le dijo Pablo a Carla Cruz: había que soñar y adorar a la imagen de San Juan, entonces no lo dudamos.
A los Varela se les sumaron arcángeles con arcabuces, santiagos mata moros, un San Jorge vencedor de dragones, santos que de sólo mirar imponían su voluntad y otros tantos celestiales camaradas, en tanto que junto a Pedro, Pablo y Esteban Franco apareció San Juan, quien no parecía dejar de ver las escenas del apocalipsis.
La batalla parecía estar a punto de continuar, pues se había detenido por las nuevas incorporaciones, cuando los tres paladines le pidieron al Santo que les dijera quienes eran los que se incorporaban del otro lado, y montado en un carruaje de cuyas ruedas brotaban llamas, Juan los puso entre los Varela para señalarlos.
Así describió uno por uno a los guerreros celestiales que militaban en las filas enemigas, advirtiéndoles que tuvieran mucho cuidarlos de no herirlos porque Dios no vería con agrado que se lastimara alguno de ellos.