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Eso sí, evite adentrarse en la zona si no dispone de un guía amigo. Recorriendo un par de kilómetros, la ruta presenta el ingreso al pueblo de Campo Quijano. Aquí la vida social transcurre en la plaza, como en todos los pueblos del Valle de Lerma. Pero en éste el día especial es el domingo. Quijano es escenario, todos los fines de semana, de una feria de artículos regionales en la plaza central.
Para llegar al pueblo, si no dispone de vehículo, puede hacerlo en el corredor 6 de Saeta. El costo del pasaje es de $5,20, desde la ciudad. La frecuencia de lunes a sábado es de 15 minutos, mientras que los domingos es de 30.
Una vez en la plaza Martín Fierro, la familia podrá conocer y comprar los productos que llegan desde la Quebrada del Toro: papa andina, charqui, chalona, maíz capia y algunas hierbas para el mate, como muña muña, alcayuyo, rica rica y copa copa. Los productores de la zona ofrecen la papa andina a $18 el kilo, el charqui a $160 y la chalona a $130, mientras que las hierbas para el mate cuestan $10 la bolsita de 100 gramos.
Sobre la vereda de la plaza hay una serie de puestos de comida con mesas, donde las familias pueden pasar a degustar desde un plato de locro, a $35, a una docena de empanadas, a $50. A estos puestos los comensales pueden traer su bebida.
Ya en la media tarde comienza la venta de las delicias como minitartas de frutas, a $10; maicenas, a $10 la media docena; porciones de torta, desde $12 y bollos a $10. El mate o té tiene un costo de $5 el vaso.
Lo destacado del lugar es un puesto que vende productos para celíacos. Está en el centro de la plaza y allí se puede comprar té, café o mate con dos maicenas a $10. En la plaza también hay cupcakes, cabsha y alfajores bañados en chocolate a $15. Se suman las ensaladas de fruta, frutillas con crema, anchi, agua de pelones y mazamorra de $7 a $25. Este espacio recreativo cuenta con cajero automático y baños públicos.
Los pequeños pueden disfrutan de los juegos que hay: hamacas, sube y baja, tobogán y un circuito en laberinto de madera. También se pueden encontrar con la propuesta de los caballetes para pequeños pintores, donde los chicos eligen a su personaje y lo colorean con témperas. El costo de entretenimiento va de $10 a $35 y los chicos reciben incluso un delantal. Siguiendo la ruta se llega al pie de la Quebrada del Toro, que cuenta con descansos con mesas y bancas para tomarse unos minutos de silencio y disfrutar del hilo de agua que en esta temporada llevan los ríos Blanco y Toro.