José de Mendiguren: Este año va a cerrar entre cero y un punto de crecimiento | Unión Industrial Argentina

¿Cómo analiza la situación de la industria en Argentina?
Estamos pasando un periodo largo de falta de generación de empleo y de crecimiento. Hay sectores que tienen una performance complicada, como el automotriz, en el que el 80% de sus exportaciones van a Brasil y sabemos que la crisis de ese país es profunda y tiende a agravarse. El índice del sector automotriz incide mucho en toda la industria en general.
¿Cuáles son los factores que frenan el crecimiento?
En el caso de las economías regionales, hay un impacto muy fuerte en la competitividad. Han tenido costos que, en muchos de los casos, han superado los precios internacionales a los cuales venden, por ejemplo la vitivinicultura y la citricultura. Hoy tenemos costos internos en dólares que descolocaron a muchas economías regionales. Esas economías de producción primaria tienen un encadenamiento productivo que también termina afectado. Un caso es la producción de fruta del valle, del que dependen las empresas que fabrican jugos. De todas maneras, es bastante heterogéneo el sector y hay industrias que no han padecido tanto. El promedio de la industria este año va a cerrar entre cero y un punto de crecimiento.
Hubo un informe que revela que entre el 2011 y el 2014 cerraron casi 800 industrias en el país...
Esto surgió de una exposición que hicieron Bernardo Kosacoff y Dante Sica en Córdoba y salió de un informe que está en la página web de la Unión Industrial. En el promedio de las empresas que se generan y las que dejaron de existir en ese periodo, hubo una caída de cerca de 800 empresas.
¿Cuál es el panorama que vislumbra en el país para después de las elecciones?
Hay expectativas de cambios, eso está claro, aunque no en el sentido de la dirección en la que vamos. La Unión Industrial Argentina no habla de una década ganada ni perdida sino de una década partida. Acá hubo un periodo 2002- 2010 en el que la industria tuvo un fuerte crecimiento. Básicamente, había motores claramente identificados que hacían posible esta situación, que era el tipo de cambio competitivo, la baja inflación y el orden en las cuentas públicas. Eso le permitió a la industria crecer en el orden del 105% y generar casi cinco millones de puestos de trabajo en el país. Ahora queda claro, después de la gestión de Guillermo Moreno (exsecretario de Comercio Interior de la Nación), que ayudó a que estos motores se apagaran. Al tipo de cambio competitivo lo erosionó la inflación, que del 3% pasó a más del 20 y el superávit fiscal pasó a ser casi déficit. Creo que hay que recuperar estos motores, porque quedó demostrado que el sector industrial y productivo de la Argentina con esas condiciones tuvo una performance extraordinaria.
Usted sostuvo que los empresarios industriales son sobrevivientes y en esta región del país esto se nota más. ¿Cómo se sale de esta situación?
No hay posibilidad de un desarrollo equilibrado del país sin una integración territorial y para eso son indispensables las políticas industriales. Estamos ante ciudades macrocefálicas, donde alrededor de los centros urbanos está el 75% del producto bruto industrial, donde en el 2% del territorio está el 80% de la población. Ese país no es el que nosotros queremos. En Alemania no es que revolearon las empresas por cualquier lugar y tuvieron suerte sino que hubo políticas que lograron ese equilibrio territorial industrial que hoy tienen.