El Decreto de Necesidad y Urgencia firmado ayer por Mauricio Macri antes de su viaje a Davos vuelve a poner un manto de dudas sobre el papel que jugarán las provincias en la gestión del presidente.
Si bien los DNU son una herramienta legítima y su utilización está avalada constitucionalmente, esto no implica que el recurso sea aceptable y que libere al mandatario de un costo político que sabe de antemano tendrá que pagar frente al resto de los distritos.
A esa hora será vital la tarea de los gobernadores para hacer valer derechos federales -tan promocionados en la campaña- frente a lo que hasta aquí aparece como un claro síntoma de centralismo que deja excluido al resto del país.
Es bueno preguntar que hará el gobernador Juan Manuel Urtubey en esta circunstancia política que de nuevo lo deja abiertamente expuesto ante el vínculo con el gobierno nacional.
En 8 años Salta resignó valores coparticipables, créditos y obras, entre otros beneficios nacionales, en nombre de la pertenencia política a un modelo que ya no existe.
Ahora Urtubey, desde la vereda de enfrente, pretender ser el referente de una "oposición constructiva" y coquetea con el gobierno nacional como lo hizo antes.
Pero Salta ya no puede seguir esperando, ni perdiendo tiempo en posturas políticas de conveniencia personal. Es hora de que el gobierno provincial reclame y defienda los intereses de todos los salteños.