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Son más de 9.000 los pozos que funcionan como baños en 20 asentamientos de la ciudad norteña y, frente a las exigencias preventivas para evitar el dengue, entre otras enfermedades que pueden presentarse en diferentes períodos del año, un equipo de voluntarios y la policía lanzaron un trabajo de saneamiento especial.
Se trata de la Fundación Divina Misericordia. Prevención Comunitaria de la Policía, la agrupación Libres del Norte y la cooperativa Jóvenes del Norte, quienes pusieron en práctica un proyecto de mantenimiento y uso correcto de letrinas.
Estos agentes de saneamiento ambiental entregan cal viva a los vecinos que tienen letrinas en sus casas. como medida para reducir los riesgos. Es la Cooperadora Asistencial la que entrega la cal necesaria para la cobertura de las familias involucradas.
El objetivo
Carmen Olivera, presidenta de la Fundación Divina Misericordia, explicó a El Tribuno que están cubriendo los más de 20 barrios más precarios de la ciudad. "Estamos hablando de poco más de 9.000 letrinas y el
objetivo de este trabajo es implementar un modelo de cuidado de esos baños, como medio para reducir los riesgos de patologías, particularmente ahora que hay epidemia de dengue y el peligro latente del zika y chikungunya".
La intención no es solamente proveer la cal sino también brindar la capacitación necesaria para el cuidado, uso y mantenimiento de las letrinas.
"Para ello, más de 60 personas que son parte de este proyecto vamos puerta a puerta brindando orientación de las medidas de saneamiento ambiental, lo que permite tener a la comunidad informada para el autocuidado de la salud familiar", explicó.
Para estos voluntarios agentes ambientales, "el impacto social de estas tareas permitirá un cambio de actitud en la población. Las tareas de capacitación y evolución están pensadas y organizadas para todo el año, con todos los actores sociales", dice Olivera.
Mujeres al frente
Se suman 40 mujeres de la agrupación Libres del Norte, todas bajo la supervisión de Carmen Olivera, licenciada en Enfermería y asesora de las comunidades indígenas.
"El trabajo consiste en ir casa por casa haciendo un relevamiento de las necesidades y problemáticas sociales. Con esos datos empezamos a gestionar las diferentes soluciones. Gracias al censo que realizamos, muchos de los vecinos, muchos de comunidades indígenas, hoy cuentan con cloacas, agua corriente y gas", dice Olivera.
La Fundación lleva adelante un trabajo en conjunto a la Policía Comunitaria, que organiza acciones que les permiten llegar a los sectores más vulnerables y abandonados.
Tratamiento con cal
El uso de elementos inorgánicos como la cal impide el desarrollo de olores desagradables en las letrinas y destruye bacterias que generan olor y atraen insectos.
Los agentes ambientales le enseñan a la gente que, con una cucharada sopera de cal, independientemente de haber sido hidratada o pulverizada, mezclada en 4 litros de agua permite limpiar asientos, tiradores de las puertas, pisos y mucho más.