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Carros de panchos, choripanes, hamburguesas, ollas sobre anafes para freír papas y buñuelos, puestos donde se ofrecen desde productos electrónicos hasta porciones de tortas, manteros con artesanías y juguetes importados. La oferta comercial en la vereda de la avenida San Martín, desde la plaza del lago hasta calle Lerma, abarca casi todos los rubros. El intenso aroma de las frituras y demás comidas también son parte del paseo.
En otro sector del parque, entre Mendoza y San Juan, los peloteros abarcan casi la mitad de la Plaza a la Madre. Algunos llegan hasta 10 metros de alto y el constante ruido de los generadores eléctricos y compresores que se usan para mantenerlos inflados exaspera a los vecinos del lugar.
Con la misma impunidad, los propietarios de los peloteros y otros divertimentos ingresan con sus camionetas a la plaza para montar el negocio. Las maniobras se repiten todos los días desde que comenzaron las vacaciones escolares, denunciaron vecinos a El Tribuno.
"Es insoportable el ruido durante todo el día de los motores de los peloteros. Es increíble la falta de control", dijo, indignado, Ramiro Ulivarri, quien vive sobre calle San Juan.
Más allá del uso y abuso del espacio público, ¿quién certifica la seguridad de los juegos inflables? Basta recordar la muerte de Ximena Ailén Choque, la niña de ocho años que cayó desde un pelotero que se desinfló repentinamente, para dimensionar el posible peligro de esas estructuras. La tragedia ocurrió en febrero de 2009 en la ciudad de Salta.
Desidia
¿Basureros? Muy pocos ¿Basura? Mucha. Los lunes a la mañana, tras fines de semana con miles de visitantes, el parque San Martín se parece más a un vertedero que al principal pulmón verde de la ciudad.
Esa desidia quizá sea la explicación de la muerte de cientos de peces que aparecieron flotando en el lago semanas atrás, aunque un informe oficial responsabilizó a "las altas temperaturas" por el siniestro.
"El parque es como el patio de mi casa, pero me da vergenza el estado de abandono en el que se encuentra, lleno de suciedad y sin césped por los peloteros", se lamentó Lucía Moreno, quien vive al frente de la Plaza a la Madre.
Una película ya vista
El titular de Control Comercial de la Municipalidad, Nicolás Avellaneda, afirmó a este medio que tantos vendedores ambulantes como peloteros serán erradicados del parque.
"Tratamos de hacer un trabajo sutil, porque si bien va haber un control riguroso no dejamos de entender que hay una problemática laboral", dijo el funcionario.
Mientras, vecinos de la zona temen que estén viendo una película repetida. La misma que derivó en el paseo comercial de exvendedores ambulantes que creó la gestión de Miguel Isa hace siete años en el parque San Martín, sobre el pasaje Beltrán y calle Lavalle. Por cierto, esa feria con 240 puestos ya cuenta con tres prórrogas del Concejo Deliberante para seguir en el lugar y no hubo ningún avance para concretar su traslado, como se había comprometido el anterior intendente.