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En la ciudad norteña solo prestan servicio a la obra social nacional el hospital Juan Domingo Perón y la clínica Divina Misericordia.
"Queremos conocer cómo funcionan las agencias y relevar las necesidades de cada una", anticipó la nueva funcionaria (asumió hace poco menos de dos meses) junto al encargado de la delegación, Héctor Salomón.
Como eje de las demoras en la atención, Moisés consideró que en el organismo "faltan empleados; el padrón de afiliados ha crecido en un porcentaje mucho mayor que la planta de administrativos, que mantiene la misma estructura desde hace tres años", precisó, y agregó que al tema del personal "se suma la necesidad de contar con un lugar más cómodo no solo para los trabajadores sino sobre todo para que los afiliados tengan calidad".
Prestación de servicios
Moisés dijo: "Los afiliados no deberían tener ningún inconveniente en cuanto a las prestaciones, pero en los hechos hay situaciones que escapan al PAMI, como es la falta de especialistas. En Tartagal, por ejemplo, no hay oculistas, una especialidad muy requerida por la tercera edad particularmente. Nuestros esfuerzos estarán puestos en conseguir nuevos prestadores y trabajamos para ponernos al día respecto de la deuda que mantenemos con todos ellos. Sin embargo, me di con la grata sorpresa de que no hay quejas respecto del servicio de los médicos de cabecera, una situación que no sucede en otros lugares donde lamentablemente, muchas veces, quien atiende al jubilado es la secretaria que les hace la receta. No se trata de una gentileza, sino de un procedimiento incorrecto, pero no es la situación de Tartagal. Si el médico de cabecera no hace su trabajo y lo deriva al especialista, quien a su vez no puede asistirlo, lo que tenemos es un sistema colapsado. Estoy convencida de que si todos cumplimos con la parte que nos corresponde, el PAMI se normalizará".Más críticas
Gladys Moisés, tras la reunión que en la sede local mantuvo con los referentes de los jubilados, explicó que "como todos expresaron, las quejas pasan por la prestación médica y lo que quedó en claro es que la clínica Divina Misericordia no está brindando los servicios como corresponde. Este es uno de los motivos por el que los afiliados concurren al hospital haciendo colapsar el sistema público". Para la directora de la obra social, "ni la clínica ni ningún prestador pueden argumentar que la atención es deficitaria porque no se le está abonando en los plazos que ellos consideran ideales"."La atención a los afiliados no es una cuestión meramente financiera y los prestadores, sean de primero, segundo o tercer nivel, lo saben desde que firman un convenio con el PAMI, obligándose a cumplir un aspecto que es de interés público. Si no lo hacen, estamos en presencia de un incumplimiento contractual grave. Aun en el peor de los casos en que el prestador suspenda unilateralmente el contrato, tiene la obligación de seguir realizando la prestación por el término de 90 días, algo que todos conocen", detalló.