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Salvador Mazza, ciudad que se encuentra dividida

Lunes, 11 de abril de 2016 01:30
Manifestantes que ingresaron a la sesión de juramento. 
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La fronteriza ciudad de Salvador Mazza no tiene respiro y, en los últimos días, el centro de los conflictos se agudizó en el Concejo Deliberante. El organismo no puede superar los múltiples inconvenientes que comenzaron cuando Mauricio Gerónimo, uno de los ediles electos que hoy está prófugo de la Justicia Federal, fue acusado de pertenecer a la banda de narcotraficantes en el desbaratado operativo "Febrero blanco", en el que la Gendarmería secuestró más de 267 kilos de cocaína el pasado 14 de febrero, en un trabajo que incluyó unos 14 allanamientos, que incluyó localidades de Salta y siguió en Córdoba, Santa Fe y Santiago del Estero.
A ese hecho le siguió la detención de quien en ese momento era presidente del cuerpo, el veterinario Alejandro Maurín, imputado en la misma causa y por el mismo delito. Frente a los gravísimos cargo que pesaban sobre ambos, los 7 concejales restantes decidieron expulsarlos y designar como presidenta a Ivana Soria (FPV), quien ocupó el cargo hasta el pasado 30 de marzo.
Desde el 1 de abril, Soria fue reemplazada en la presidencia por Conrado Nieto (FPV), decisión que se veía venir porque si bien sobre Soria no pesa ninguna sospecha ni imputación judicial, tiene un hermanastro que permanece detenido desde hace dos años por narcotráfico tras un operativo realizado en Córdoba, donde se le secuestraron más de 100 kilos de droga.
Más ediles bajo sospecha
La sombra del narcotráfico no termina allí, ya que María Ramos (Frente Grande), la edil que finalmente reemplazó al prófugo Gerónimo, también estuvo detenida por narcotráfico. La mujer permaneció 9 meses presa a disposición de la Justicia Federal, pero finalmente terminó sobreseída porque la investigación no pudo determinar que le perteneciera o estuviera directamente ligada a la droga incautada en el procedimiento que la puso entre rejas.
Ahora asumió Lucía Ibáñez (Movimiento Popular Unido que apoyó al FPV e integrante de la lista de Alejandro Maurín, Mauricio Gerónimo y María Ramos) en reemplazo de Maurín. Cuando esta joven de 23 años con mínima trayectoria política se disponía a jurar el pasado jueves a la noche, unos 50 vecinos hicieron una marcha de repudio en su contra y pidieron al cuerpo deliberativo que no le permitieran asumir. El argumento fue la denuncia de una mujer en contra de un hermano menor de edad de la flamante edil. El cuerpo se reunió de inmediato para conocer detalles de esa denuncia que involucró a chicos y en la que intervino un juez de Tartagal y que, según los rumores y en un marco de verdadera confusión, también generó un enfrentamiento entre una tía de la joven Ibáñez con la familia de la denunciante. Eso derivó en el pedido de expulsión que, según trascendió en el pueblo, se repetirá hoy, ya que finalmente Ibáñez asumió.
"Les dijimos a la gente que podían permanecer en la sesión, pero en silencio. Nosotros estábamos obligados por la Justicia Electoral a tomarle juramento a Lucía Ibáñez", explicó la vicepresidenta primera del cuerpo, Cristina Cazón. "Como hacemos con toda la documentación que ingresa al cuerpo, será analizada para saber de qué se trata, más allá del relato sobre el supuesto incidente que motivó estas denuncias", agregó.
Otra denuncia
Como si todo esto fuera poco, al finalizar la sesión y cuando las flamantes concejales Ramos e Ibáñez se encontraban en una oficina junto a los secretarios administrativo y legislativo, se produjo otro hecho que tuvo como protagonista el exdiputado provincial Antonio "Acono" Navarro, quien ahora ocupa el cargo de gestor político del Ejecutivo municipal. Según denunciaron los secretarios, Navarro profirió gritos y golpeó la puerta de la oficina para que lo dejaran entrar. "Fue desagradable, pero sobre todo muy sorprendente porque este hombre gritaba que le estábamos haciendo una trampa a la recién asumida concejal Ibáñez. Tuvo una reacción violenta que no podemos admitir y de inmediato presentamos una denuncia penal", explicó Cazón.
Navarro, por su parte, negó todo y según su versión, "lo que en realidad sucedió fue que la chica que asumió tenía amenazas de que iba a ser agraviada por los manifestantes. Los secretarios, a quienes voy a denunciar en la Justicia, pretendían intimidarla a puertas cerradas y yo no lo iba a permitir. En ningún momento tuve una actitud agresiva".
Así las cosas, en el ámbito político de la siempre caliente localidad fronteriza todo hace suponer que el año no transcurrirá en la mejor de las situaciones y en la ansiada paz que pide su gente.
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