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La conocida familia wichi tomó la posta para difundir la cultura de su pueblo; realizan a lo largo del año diversas actividades para favorecer la integración de las comunidades originarias, en especial las que se ubican a la vera de la ruta nacional 86.
Dos de los hermanos Simplicio son escritores y el menor de ellos, Cebino, es cacique de la comunidad, ubicada a 4 kilómetros al este de Tartagal. Claudia, la mayor, dirige la fundación Raíces Culturales y es la encargada, en esta ocasión, de organizar el acto.
Explicó que "elegimos el 23 para que mucha gente que trabaja o que se encuentra lejos de su comunidad tenga tiempo de llegar y participar de esta fiesta que venimos preparando desde hace varias semanas y que con el paso de los años se va afianzando".
Las actividades comenzarán a las 10 y los hermanos Simplicio aseguran que quieren "recibir con un desayuno a todos los hermanos que vayan llegando y luego escuchar las palabras de los diferentes embajadores culturales que estarán presentes. La idea es que también participe el pueblo guaraní con sus representaciones artísticas, que vengan delegaciones criollas y todas las autoridades que quieran compartir esta celebración. A los miembros de las comunidades ancestrales esta fecha nos es propicia para reflexionar sobre la revalorización que debemos hacer de nuestra cultura y del trabajo que nos corresponde a las generaciones de jóvenes, para que no desaparezca nuestra forma de vida", remarcó Claudia.
Temas que preocupan
Más allá de los festejos que preparan, las familias aborígenes se mostraron preocupadas por el aumento de enfermedades que transmite el mosquito Aedes aegypti, pese a que sorprendentemente y hasta hace pocas semanas fueron muy pocos los casos en las comunidades de las afueras de Tartagal. "Creemos que los enfermos han contraído dengue en la ciudad, o inclusive cuando van al hospital por cualquier otra enfermedad", consideró Cebino Simplicio.
"Se dice que el transmisor de estas enfermedades está en los lugares más poblados, por eso no creemos que lo hayan contraído acá. Pero lo lamentable es que vamos al hospital y no hay medicamentos, nos dan la receta para que compremos y estamos en lo mismo, porque no tenemos dinero".
El cacique agregó un reclamo a la situación, porque aseguró que "en nuestra zona, la última vez que vino el agente sanitario fue el año pasado; en todo este año nunca apareció".