La Cámara de Diputados aprobó con 176 votos a favor y ninguno en contra el desafuero solicitado por dos jueces contra el exministro Julio De Vido, en una sesión especial en la que destacó la ausencia de la gran mayoría de los legisladores del Frente para la Victoria y del Movimiento Evita, lo que dio paso a la inmediata detención del exfuncionario.
Por primera vez desde la restauración de la democracia, en 1983, se aprobó la quita de fueros a un legislador por hechos de corrupción, presuntamente cometidos durante el desempeño de De Vido como uno de los hombres más poderosos del kirchnerismo durante doce años.
El desafuero de De Vido, que se votó en una corta sesión especial, cosechó el respaldo de Cambiemos, seis diputados del FPV, bloque Justicialista, Frente Renovador, Frente de la Concordia de Misiones, Compromiso Federal -que responde a los hermanos Rodríguez Saá-, Libres del Sur, GEN, Socialistas y el Frente de Trabajadores de Izquierda.
De hecho, la quita de fueros reunió 176 votos, con lo cual superó por cuatro los 172 sufragios que se hubieran exigido si hubiesen estado los 257 miembros del cuerpo.
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La Cámara de Diputados aprobó con 176 votos a favor y ninguno en contra el desafuero solicitado por dos jueces contra el exministro Julio De Vido, en una sesión especial en la que destacó la ausencia de la gran mayoría de los legisladores del Frente para la Victoria y del Movimiento Evita, lo que dio paso a la inmediata detención del exfuncionario.
Por primera vez desde la restauración de la democracia, en 1983, se aprobó la quita de fueros a un legislador por hechos de corrupción, presuntamente cometidos durante el desempeño de De Vido como uno de los hombres más poderosos del kirchnerismo durante doce años.
El desafuero de De Vido, que se votó en una corta sesión especial, cosechó el respaldo de Cambiemos, seis diputados del FPV, bloque Justicialista, Frente Renovador, Frente de la Concordia de Misiones, Compromiso Federal -que responde a los hermanos Rodríguez Saá-, Libres del Sur, GEN, Socialistas y el Frente de Trabajadores de Izquierda.
De hecho, la quita de fueros reunió 176 votos, con lo cual superó por cuatro los 172 sufragios que se hubieran exigido si hubiesen estado los 257 miembros del cuerpo.
Ausentes
La sesión especial tuvo como dato distintivo la decisión del kirchnerismo de ausentarse y no dar pelea para defender a su exministro.
Pese a la decisión del bloque, hubo seis diputados que votaron a favor del desafuero: los sanjuaninos Alberto Tovares y Sandra Castro, la chubutense Ana María Llanos, la tucumana Miriam Gallardo y los rionegrinos María Emilia Soria y Luis María Bardeggia.
Solo hubo una abstención, que correspondió al legislador de Forja, Juan Manuel Pereyra, un exaliado del kirchnerismo que ahora está más cerca del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti.
La sesión tuvo un rápido trámite, ya que solo se extendió por dos horas y media. El debate fue cerrado con un discurso del jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri, quien dijo: “No estábamos haciendo politiquería ni estábamos contra la Constitución cuando propusimos la expulsión”. Y recordó que cuando se propuso esa medida, De Vido “tenía seis procesamientos”.
“Ahora solo vamos a cumplir con nuestra obligación que es quitarle los fueros para que esté a disposición de la Justicia como un ciudadano más, sin privilegios”, agregó, y también destacó la postura asumida por Elisa Carrió en 2007, cuando renunció a su banca ante la denuncia que le había presentado De Vido.
El debate fue abierto por el titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, Pablo Tonelli (PRO), quien aseguró que los jueces pidieron el desafuero porque consideraron que es “indispensable” poner en prisión a De Vido para evitar que “obstaculice” la investigaciones que se llevan adelante en las causas de Río Turbio y la importación de gas licuado.
Desde el FPV-PJ, la diputada de Río Negro, María Emilia Soria, que ya había adelantado su posición a favor de votar por el desafuero, a diferencia del resto de su bancada, respaldó el pedido de la Justicia, al sostener que se ajusta a la Constitución, aunque denunció que se trata de “una maniobra de distracción” por parte del oficialismo. Al fundamentar su decisión, la diputada rionegrina recordó que en julio pasado, cuando se debatió la expulsión de De Vido, había dicho que no había un pedido de la Justicia, y que sí llegó ahora; en cualquier caso, agradeció a sus compañeros de bancada por haber respetado su decisión: “Nací en una casa peronista y aprendí a no renunciar a mis principios y a dar siempre la cara”.
Desde el Frente Renovador, la massista Graciela Camaño anticipó su respaldo al desafuero de De Vido y rechazó que el exministro de Planificación haya querido “utilizar el parlamento para su defensa”, a la vez que se pronunció a favor de encarar una reforma a la ley de fueros porque “es deficiente”.
Macri lo siguió por TV
™El presidente Mauricio Macri siguió ayer desde la Quinta de Olivos el desafuero y la detención del diputado nacional Julio de Vido, aunque evitó pronunciarse al respecto, porque “es un tema de la Justicia”.
Pese a la importancia política del hecho, el mandatario continuó su agenda de reuniones sin sobresaltos ni menciones sobre el caso.
Fuentes oficiales describieron que todos los televisores estaban con los canales de noticias en los que se mostraban los distintos lugares por los que se vivió la detención del exministro de Planificación (la Cámara de Diputados, el departamento de De Vido en Palermo y los Tribunales de Comodoro Py), aunque aclararon que el jefe de Estado no se refirió a la situación procesal del legislador opositor.
“Es un tema de la Justicia”, se limitaron a señalar allegados al líder del PRO.
También Bullrich
En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró la detención del diputado Julio de Vido, a la que definió como “un verdadero acto de justicia”.
“Quienes lo denunciamos durante la década kirchnerista, hoy sentimos que la detención de Julio de Vido es un verdadero acto de justicia”, sostuvo la funcionaria nacional a través de su cuenta de Twitter.
La integrante del Gabinete reapareció en la escena política para referirse a la situación judicial del exministro de Planificación Federal, luego de una semana de estricto silencio en medio del escándalo por la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado en el río Chubut.