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Nacido en San Pedro y a los 66 años, Carlos “Chupete” Pacheco carga su bolso y viene a Salta por algunos días para visitar a sus excompañeros y amigos de la vida que le dejó su pasó por Central Norte en la década del 70.
¿Le quedó un afecto especial por Central Norte?
Hasta que me vaya de este mundo voy a seguir con este amor incondicional por Central Norte, lo llevo en el corazón, por eso siempre no me olvido de mis amigos y mis compañeros que fueron grandes.
¿Cómo llegó a Salta?
Yo tenía 17 años cuando vine de San Pedro, Jujuy, al Deportivo Español de Salta, en el primer año fui el goleador del fútbol salteño, al otro año Central Norte me compró cuando vino Bruno Iezzi, cinco o seis años vestí la camiseta de Central y siempre me quedó el recuerdo y el cariño que hasta ahora voy y vengo de Jujuy, vengo los visito y me voy feliz de la vida.
¿Sus festejos de gol con el chupete le valió el apodo?
Muchos me dicen que me copiaron el festejo, lo hice por el nacimiento de mi primer hijo varón, tengo mi primera hija Liliana y después llegó el varón, Carlos Alberto, en honor a él fue el festejo, metía un gol y me ponía el chupete, lo llevaba en la mano o en el pantalón.
¿Después de Central Norte, donde más jugó?
Me vendieron a San Martín de Tucumán, me quiso comprar Boca Juniors en la época del Toto Lorenzo, porque habían vendido a Felman, no me vendieron y me enojé. Me volví a mi pago, el tren pasa una sola vez y no pasa más, pidieron barbaridades y en dólares, Boca desistió. Dos años abandoné el fútbol, volví a San Martín de Tucumán, después a Ñuñorco y me llevaron a Ledesma porque lo habían vendido a Astegiano a Independiente, me fue bien en Ledesma, hacia goles, me buscó Peñarol de Montevideo y tampoco me dejaron ir, fueron frustraciones que tuve en mi carrera.
¿Qué hizo después del fútbol?
Me retiré en Deportivo Tabacal, me llevó Cajal Vaca, anduve bien y a los 34 años me jodí la rodilla y no fui el mismo. Después trabajé como seguridad en Buenos Aires, en la Ford trabajé seis años, también en el Ingenio de Ledesma, hasta que me jubilé. Soy un agradecido del fútbol, me dio todo, hubiera sido lindo llegar al fútbol de la capital pero no se dio, pero me quedo con lo mejor, tuve condiciones pero no tuve suerte, así hubo muchos casos, pero siempre seré un agradecido.