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¡Qué manera de sufrir Central Norte! ¡Qué forma de paralizar los corazones de sus hinchas, de transportarlos al punto máximo de tensión, adrenalina, inquietud, zozobra y de una angustia extrema para superar una serie “chiva” por donde se la mire, la que le ganó a Talleres de Perico ayer en la calurosa tarde de un Dr. Luis Güemes colmado que fue una olla a presión que logró descomprimirse con los guantes oportunos y salvadores de Mariano Maino, en el último tiro de la tortuosa serie de penales y cuando los corazones ya parecían no aguantar más emociones.
El cuervo lo ganó en el último suspiro, con el cabezazo salvador del ingresado Ariel Aranda en la última bola de la tarde, en el sexto y último minuto de adición y cuando ya las esperanzas parecían morirse. Fue 1 a 0 la victoria, la que desembocó en el empate global 1-1 de los cuartos de final (el expreso periqueño había vencido 1 a 0 en la ida en Jujuy el pasado viernes) y en la interminable tanda de lanzamientos desde los doce pasos que tuvo de todo, que arrancó con esperanzas con el disparo de Cristian Bravo que se fue por la Entre Ríos, que prosiguió con drama con el remate marrado de Nicolás Guzmán, uno de los mejores de la cancha desde su ingreso, y que culminó con desahogo con el derechazo cruzado que el héroe de la sofocante tarde, Mariano Maino, le contuvo a Luciano Celaye para desatar la algarabía del pueblo azabache.
Central logró por fin sacarse la tormentosa “mufa” de los penales, la que lo hizo penar cuatro veces en menos de tres años. Pero no es ninguna novedad eso de que en el cuervo si no se sufre no vale. El caprichoso e histórico estigma lo demostró a lo largo del tiempo.
Pero claro, si desde adentro los intérpretes fueran más expeditivos y resolvieran mejor, el sufrimiento sería menos prolongado; al menos el que experimentaron 5 mil almas ayer en la cancha ante los jujeños. Porque Central hizo el gasto y el desgaste necesario como para sufrir menos generando una infinidad de situaciones.
Si bien los extraordinarios reflejos del arquero Bordón, la figura por lejos durante los 90 minutos y antes que el final condecore a Maino, colaboraron para ensanchar el dramatismo, también es cierto que los dirigidos por Acosta equivocaron casi siempre los caminos, ofrecieron escasos argumentos en cada embestida y utilizaron el monótono y repetitivo recurso del centro a Puntano, el delantero que devoró redes ajenas en toda la primera ronda, pero que esta vez estuvo errático y muy lejos de su nivel en el ataque cuervo.
Al local le costó llegar limpio ante un rival replegado y que intentaba complicar de contra con Maxi López. La presión y la intensidad de Central creció con el correr de los minutos, pero con fórmulas equivocadas. La claridad apareció en el complemento con los cambios: el ingreso de Guzmán le dio juego limpio al equipo y el de Aranda, el gol en la última bola, en el sexto minuto de adición de un segundo tiempo cortado, porque la visita se dedicaba a enfriar, para conectar de cabeza un centro de Cáceres y para decretar los penales.
Y allí la historia fue otra.
la síntesis
C. NORTE 1 (5) TALLERES (P) 0 (4)
M. MAINO (9) F. Bordón (7)
P. Vega (5) L. Estrada (6)
F. Turus (7) C. Bravo (5)
L. Formaggioni (6) E. Bruno (5)
N. Ayejes (6) R. Lavayén (5)
E. Vargas (5) M. Carles (5)
F. Galarza (5) F. Roig (5)
C. Ávalos (6) C. Huerta (5)
E. Cáceres (6) S. Vera (5)
M. Ceballos (6) M. López (7)
M. Puntano (5) D. Zampini (5)
DT: N. Acosta DT: S. Galván
Gol: ST: 50’ Ariel Aranda (CN).
Cambios: ST: Inicio; Ariel Aranda (7) por Vargas (CN), 17’ Guzmán (7) por Vega (CN) y Celaya por Vera (T), 28’ Fabricio Reyes por Galarza (CN), 30’ Mariano Arroyo por Huerta (T), 49’ Ponce por Maxi López (T).
Penales: Convirtieron Ávalos, Cáceres, Turus, Aranda y Maino (en Central Norte). Lavayén, Zampini, Arroyo y Estrada (en Talleres). Guzmán (CN) y Bravo (T) desviaron sus tiros. Maino le contuvo su penal a Celaya (T).
Jornada: Cuartos de final - Revancha
Estadio: “Dr. Luis Güemes”
Árbitro: Rodrigo Rivero