inicia sesión o regístrate.
"Yo soy la causa de la pelea entre dos familias de barrio Autódromo, yo fui quien de alguna manera encendió los odios que hoy tienen a mi padre preso, aunque él no fue quien cometió los atentados posteriores al intento de homicidio que sufrí en junio en una calle del barrio. Ese hecho la Justicia lo está "circunstanciando'", dijo ayer Ángel Molina, quien hizo un pormenorizado y personal racconto de una serie de atentados, todos violentos entre las dos familias y otras que no quiere mencionar.
El joven, de profesión mecánico, mostró las secuelas del machetazo que seccionó su codo izquierdo y que debió soportar por ello varias cirugías reconstructivas.
Al respecto, dijo: "Me quedó un brazo más corto que el otro y no solo eso, el temor de volver al barrio porque las amenazas contra nuestra familia nunca pararon. Eso sí, ellos tienen consigna policial, mientras que entre nosotros hay una víctima de tentativa de homicidio y mi padre preso".
"Cómo se entiende eso. Le aportamos al fiscal de la causa un listado de treinta familias que avalan nuestra inocencia en todas las denuncias que echaron en nuestra contra; fotos y reuniones con las principales autoridades de la policía del barrio pero no hay solución", sostuvo.
La última vez "denunciaron que nosotros ingresamos desde nuestra propiedad hacia la casa de ellos, cuando eso es imposible, sin contar que yo personalmente no vivo en el barrio desde que intentaron matarme a machetazos en la vía pública, hecho por el cual no hay culpable, a pesar de que toda una familia evitó mi muerte haciéndome ingresar a su domicilio", agregó.
Según Molina, "lo de las últimas semanas nada tiene que ver conmigo, que estoy luchando doblemente para que haya paz en el barrio y, a la vez, para que se haga justicia. Mi padre y un amigo de él fueron acusados de haber utilizado bombas caseras contra la casa de esta familia, supuestamente rival, y están presos por ellos, cuando todos saben que esa venganza la realizó otra familia que vive en barrio Las Colina, quienes perdieron a una familiar muy jovencita a causa de una historia que la policía sabe y mucho".
"Yo voy a contar la verdad porque esto nació justamente tras la muerte de esa tal Lourdes, pareja de quien finalmente intentó asesinarme a machetazos. Fue ese episodio el que distanció a mi hermano menor del muchacho y ese rencor fue creciendo. Hubo entonces una pelea entre mi hermano y uno de la familia contraria donde uno de ellos resultó muy golpeado", dijo al bosquejar el enfrentamiento en el barrio.
"Unos días pasaron y unos chicos me insultaron en la calle y yo les contesté, quizá de mala manera. Al rato llegaron los integrantes de esta familia y machete en mano uno de ellos, el menor, me sorprendió. Logré poner el brazo y me seccionó el codo casi por completo. Me salvaron los vecinos. Ni la ambulancia llegó. Así están las cosas", aseguró.
Existe en el expediente una nota presentada en tiempo y forma en la comisaría con la firma de treinta vecinos "que sostienen lo que yo estoy relatando y otras muchas denuncias por otros hechos que no debo recordar", afirmó.
No obstante, Molina insistió en que "quiero que quede en claro que no vengo a denunciar nada más la verdad de los hechos y la parcialidad de las culpas. Hoy estoy exiliado en otro barrio, trabajando poco por las secuelas del machetazo criminal, visitando a mi padre en la Alcaidía y haciéndole ver que debiera haber otra manera de solucionar estas diferencias, como una mediación profunda pero justa".
Exiliado
"Hoy nuestra casa está abandonada, con un solo habitante, mi hermano menor que ahora también lo acusaron por daños provocados desde los altos de las paredes del vecindario".
Según Molina, que tiene 27 años, tras el machetazo, el autor de esa agresión "desapareció por tres meses del barrio. Mientras yo permanecía en el San Bernardo, él estaba prófugo".
"Este despropósito es el que encendió más la ira de mi familia que yo entiendo es impresentable, porque todo esto solo nos trajo desgracia y más desgracia. Hoy pretendemos la libertad de nuestro padre y con ello quizá olvidaremos a favor de la paz. Y lo digo yo, que soy el que ligó la peor parte, casi quedé inválido y, a la vez, llevé con mi herida a mi padre a prisión", aseguró.
"Hemos llevado a la Justicia videos de cómo nos persiguen en la calle y otras pruebas de mucho peso para demostrar de una vez por todas dónde están los verdaderos violentos, pero como ven en esta pelea feroz entre dos familias solo una de ellas está castigada".
Vecinos unidos
El Tribuno tuvo acceso a una nota rubricada por los padres de treinta familias afincadas en los fondos del barrio Autódromo en donde los vecinos reclaman a las autoridades policiales el fin de la violencia entre esta gente y los constantes desmanes que se producen en el barrio por cuestiones vinculadas a uno u otro polo.
Además, Ángel Molina aportó videos de las reuniones mantenidas con las autoridades policiales y un sinfín de denuncias en contra de la violencia barrial que no tiene fin de semana sin novedades.
Para el joven, la guerra ya terminó.
“Estamos con mis hermanos tratando de que se haga justicia y si hay que pagar por lo que pasó que sea parejo para las dos partes. Justamente me fui del barrio para no tener roces, porque así no doy motivo para más denuncias sobre los mismo”, dijo Ángel.