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En el ingreso al salón auditorio cordobés descansaba el rastrojero fluorescente de José Blangino, uno de los pilotos locales que más llaman la atención por la carrocería de su vehículo y el año del mismo (es de 1966), aunque con algunos cambios, como su motor V8 de Chevrolet Camaro.
Este año, su vehículo fue uno de los más solicitados por los fanáticos en la ruta o en los campamentos, donde pedían sacarse fotos con el coche (más que junto al conductor).
Tras la presentación del Dakar en su provincia, Blangino habló con El Tribuno sobre lo que pasó y lo que espera para la próxima edición, siempre junto a su rastrojero.
“Cuando terminó el Dakar anterior, me puse muy contento por haber cumplido y de inmediato me puse a pensar en el próximo. Ahora espero que lleguemos a Córdoba, donde será la meta”.
De la pasión que genera su vehículo también habló: “Realmente el apoyo que nos da la gente es increíble. Recuerdo cómo nos esperaba en la ruta, así que esperamos que en la próxima competencia nos vuelva a apoyar. Nos dan fuerzas, nos pechaban para que sigamos adelante y pudimos llegar”.