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El sábado por la tarde finalmente llegó la lluvia tan ansiada en la provincia de Salta. Después de un febrero en que solo habían caído 8 milímetros (mm), los más de 40 que midió el aeropuerto Martín Miguel de Gemes fueron un respiro. Sin embargo, todavía están lejos los 150 mm de promedio histórico para este mes.
Debido al violento aguacero acompañado de granizo y fuertes ráfagas de viento, en la ciudad de Salta las calles se anegaron, hubo caída de árboles, cortes momentáneos de luz, deslizamiento de piedras y tierra en diferentes barrios, pero no hubo que lamentar víctimas. Esto actuó como un respiro, sobre todo para el sector agrícola que ya había comenzado a sentir la falta de agua en sus campos.
“Esta abundante cantidad de agua permite mejorar el promedio de precipitaciones ya que había un fuerte déficit para esta época”, dijo el meteorólogo Ignacio Nieva en conversación con El Tribuno.
La semana que se viene
Después de esta tormenta que vino acompañada de granizo, ayer alrededor de media mañana comenzó a despejarse y finalmente salió el sol. “El origen de la tormenta no fue un frente frío”, agregó Nieva, por lo que las temperaturas se van a mantener por arriba de la media para este febrero.
Las máximas estarán entre los 28 y 30 grados, las mínimas entre 17 y 18. Estos valores son superiores al promedio de febrero que es 26§ de máxima con mínimas de 15,5. “La diferencia de dos grados es mucho y se siente”, dijo Nieva.
Pero a esto hay que agregar que el porcentaje de humedad estará alrededor de 60, lo que junto a las altas temperaturas harán días pesados y agobiantes, pero “esto eleva las probabilidades de precipitaciones”, afirmó Nieva.
Este clima, se estima, se mantendrá hasta el próximo fin de semana. “Los salteños nos tenemos que preparar porque vamos a tener una semana muy agobiante”, agregó.
Calor y lluvias
“La falta de lluvia hizo crisis después del 10 de enero”, dijo Nieva, quien recordó que a partir de esa fecha llovió muy poco. El 15 del mismo mes hubo precipitaciones en algunos puntos de la provincia. El 25 se produjeron las últimas lluvias, salvo algunos pocos milímetros aislados, hasta el último sábado que pasó que precipitó abundantemente en poco más de una hora y media, a partir de la media tarde.
“La falta de lluvia se ve en los pastos, que han colapsado por falta de agua y el sol tan fuerte que hemos tenido en los últimos días”, dijo Nieva.
El cielo estuvo despejado y las temperaturas pasaron los 30 grados casi todos los días con una muy baja humedad relativa en el aire.
“Tenemos la expectativa que en los próximos días la combinación de elevadas temperaturas y alto porcentaje de humedad den como resultado inestabilidad y precipitaciones” agregó el meteorólogo.
Hasta ahora es un verano que, salvo el mes de noviembre, se ha caracterizado por un fuerte déficit de lluvias.