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María de los Ángeles Rojas locales@eltribuno.com.ar
Luego de la campaña que llevaron a cabo en 2016 y en la que sumaron las voluntades de 1.500 salteños, equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) recorrerán a partir de hoy la ciudad para dar a conocer el trabajo médico-humanitario de la organización e invitar al público a apoyar sus proyectos.
Solicitan donaciones mensuales que les posibiliten aliviar la situación de poblaciones afectadas por guerras, catástrofes naturales y epidemias.
Actualmente, MSF está abocada a 446 proyectos de acción médica en 69 países. Para poder actuar recibe contribuciones de 5,7 millones de socios y colaboradores en todo el mundo, 97.000 de los cuales se encuentran en Argentina.
David Cantero Pérez, director de la Oficina Regional de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Buenos Aires, señaló a El Tribuno que la de Salta es una sociedad muy sensibilizada con los desprotegidos, cualquiera sea la índole de su condición o localización, por lo que estimó que la nueva respuesta superará a la del año pasado.
Médicos sin Fronteras ya cumplió 45 años de historia, trabaja en casi 70 países y posee oficinas en 26 de ellos.
Según Cantero Pérez, desarrollaron un modelo que se basa en el apoyo de donantes regulares, cuyas retribuciones constituyen hasta el 90% del financiamiento total.
Cantero Pérez es economista de la Universidad del País Vasco, en Bilbao, y cursó un posgrado en Ayuda Humanitaria. Desde 1996 trabaja con MSF y ha desempeñado tareas tanto en terreno como en las sedes de la organización. Ha estado en Kenia, Georgia, Palestina, Angola, España, India y Colombia, entre otros países.
Por su labor los equipos de MSF toman contacto con personas que sufren abusos a manos de traficantes, grupos armados y particulares que explotan la desesperación de quienes huyen del conflicto, la persecución o la pobreza. También actúan en países donde la inestabilidad política, la crisis económica o los imponderables naturales han puesto a la población en riesgo severo.
Esta labor los hace salir al cruce involuntario con intereses y lucros, cuya impunidad para la acción comprometen. Consultado al respecto, Cantero Pérez señaló: "Nos basamos en los principios humanitarios que nos guían en todo momento y, además, en la independencia, la neutralidad y la imparcialidad. Eso lo llevamos a rajatabla y es lo que nos ayuda a trabajar en lugares problemáticos. Nuestra presencia a veces es incómoda por varias razones: porque estamos haciendo el trabajo que deberían hacer los mismos estados, y otras veces no solo hacemos el trabajo de otros, sino que somos testigos de muchas barbaries, lo cual nos lleva a denunciar esa violencia y esa injusticia de las que somos testigos".