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Antonio Gaspar [email protected]
Malva Polo, conocida cantante e integrante de una familia de artistas, denunció que esperaba un implante de córnea tras la donación múltiple de órganos que realizaron los padres de un joven de 16 años fallecido la semana pasada. Sin embargo, asegura que la intervención no se pudo realizar por trabas burocráticas.
Malva tiene 70 años. Padece distrofia corneal y está en la lista de espera del Incucai desde el 2011.
"Hace seis años que espero. Yo necesito un injerto y no un trasplante. Tengo distrofia en el ojo derecho, además cataratas", explicó.
La mujer es hija del matrimonio que integraba el dúo Los Polos y fue una de las artistas que inauguró las famosas noches de peña de Balderrama.
Malva tiene todos los papeles que acreditan un largo proceso en el Instituto Oftamológico del Diagnóstico y las derivaciones correspondientes del doctor Oscar Farjat.
Tras la muerte de Enzo Rojas, un adolescente de 16 años que sufrió un accidente en moto en Las Lajitas, la familia decidió donar sus órganos el 21 de marzo.
El llamado a Malva por la córnea llegó el 23 de marzo a las 13.33. Tiene el momento grabado con tinta indeleble y lo relata.
"Mi marido contestó y le dijeron que llamaban desde Buenos Aires. Yo atendí emocionada. Me dijeron que ya estaban las córneas, que eran las de Enzo. Yo no sabía qué responder. Una chica muy amable me explicó que debería moverme rápido, que necesitaba ir a gestionar a la delegación salteña del PAMI los pasajes y la OPE (orden de prestación del PAMI). Debía tener todo listo porque en Buenos Aires ya tenía la fecha de la intervención quirúrgica para el jueves 30 a la mañana", contó Malva.
Todo hacía suponer un final feliz, pero no fue así. "Corté la llamada de Buenos Aires y marqué el 495-5800, número del PAMI. No atendía nadie. Insistía y nada, lo cual me pareció una irresponsabilidad total porque el horario de atención al público es hasta las 14 y, para los que estamos en lista de espera, tiene que haber disponibilidad las 24 horas", aseguró.
En su desesperación Malva encontró un número de teléfono de Mónica Galarza, funcionaria del PAMI, y la llamó.
"Me atendió muy mal. Me dijo que cómo la iba a llamar a esa hora justo antes del fin de semana largo (por el 24 de marzo). Respondió que era imposible realizar todos los trámites. Yo le pregunté si ella estaba en las oficinas del PAMI y me dijo que no, que estaba atendiendo el negocio de su marido, que estaba enfermo. Yo no podía creer lo que me decía. Cuando ya no tenía más argumentos me pidió la historia clínica actualizada del 2017, y eso no era necesario. Hizo lo imposible para el que el tiempo pase y no me hagan el implante", relató entre lágrimas.
Como no se podía esperar más, según relató, el Instituto Oftalmológico de Diagnóstico decidió que las córneas fueran para otro paciente. Hoy la mujer no puede más del desconsuelo.
"Yo vengo a denunciar este maltrato hacia todos los viejos. Yo puedo hablar y hacer que se escuche, pero en general nadie escucha a los jubilados", lamentó.
El Tribuno intentó comunicarse con el número 495-5800, del PAMI. Fue imposible recibir respuesta para dialogar con Mónica Galarza. La titular de la oficina, Gladys Moisés, hasta ayer no estaba al tanto de lo ocurrido pero aseguró a este medio que estudiará el caso
Como en el "Diario de la guerra del cerdo", del escritor Adolfo Bioy Casares, la violencia hacia los ancianos se manifiesta cruda, sin médicos de cabecera, sin atenciones y sin beneficios.
"Yo quiero que Gladys Moisés me diga qué pasó con mi implante, cuándo puedo ir a Buenos Aires y por qué me exigen tanto la historia clínica, cuando desde el PAMI nacional ya no me la piden", reclamó Malva Polo.