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En medio del enorme desinterés en estos tiempos por el otro, un joven de 21 años de nacionalidad ecuatoriana, con problemas de retraso mental, sigue desamparado frente a la ineficiencia y/o inacción de los estados nacional y provincial que dicen velar por la gente, sobre todo por quienes "más lo necesitan". Después de pasar de un lugar a otro, el joven identificado como César Miguel Castillo Cobeña terminó en el hospital Dr. Miguel Ragone de esta capital desde donde, según la Policía de Salta, se fugó y nadie sabe su paradero.
"A requerimiento del Grupo de Investigadores Sector 6 se solicita a los medios de comunicación la difusión de la presente a fin de lograr la ubicación y paradero de César Miguel Castillo Cobeña, quien se encontraba alojado en Hospital de Salud Mental Miguel Ragone. El mismo presenta retraso mental y dificultades para expresarse y comunicarse. Es de nacionalidad ecuatoriana. Cualquier información aportarla al SE 911 o a la dependencia policial más cercana a su domicilio", reza el parte de prensa difundido ayer por la Policía.
Tras la denuncia de extravío surgieron algunos interrogantes: ¿quién es el encargado de semejante irresponsabilidad?, ¿quién se hará cargo si al muchacho le sucede algo grave?, ¿por qué se fugó del Ragone? o en todo caso ¿por qué ingresó al Ragone si no contiene las patologías para quedarse en ese lugar? Hasta el momento las instituciones que deberían haberse hecho eco de manera responsable sobre el tema no lo hicieron. Solo alertaron sobre la pérdida del ecuatoriano quien, además del leve retraso mental, también tiene dificultades para hablar o comunicarse y está solo en Argentina.
Hace un par de años, César Miguel Castillo Cobeña apareció en el país y más precisamente en Salta, aunque nadie hasta el momento supo explicar bien cómo el ecuatoriano llegó a estas latitudes. Si bien, desde que ingresó a la comisaría 44 de Morillo, en el interior de la provincia, se tramitaron diligencias con distintos organismos: Interpol, Fiscalía Penal de Embarcación, Asesoría de Menores e Incapaces de Tartagal y el Juzgado Federal 2 de Salta capital, entre otros. Paradojas del destino, actualmente la situación del muchacho parece haber empeorado.
¿Por qué al Ragone?
A Castillo Cobeña lo encontraron las fuerzas de seguridad de Morillo mientras deambulaba sin rumbo en la vía pública de esa localidad, ocurrió a mediados de junio. Desde entonces, el moreno pasó cerca de dos meses en la dependencia policial, donde, según los uniformados del lugar, "se lo trató muy bien, con mucha contención y protección".
Un efectivo de Morillo contó que desde la Justicia les ordenaron al personal de la comisaría 44 que le brindaran un espacio. "Cuidamos al muchacho hasta que se resuelva su situación", dijo.
Lucho Marcelito dormía en una habitación aparte en la comisaría, acondicionada para él.
A principio del corriente mes el ecuatoriano fue trasladado al Hospital de Salud Mental Dr. Miguel Ragone, allí quedó a cargo de una profesional psiquiatra. Según las averiguaciones de El Tribuno, Castillo Cobeña no estaba en condiciones de quedar internado en dicho lugar, dado que no reúne las condiciones patológicas. Al contrario, según especialistas el resultado podría ser contraproducente y generar en el joven un daño aún mayor. Sin embargo, ingresó al Ragone desde donde, al poco tiempo, logró escapar.
Quiere volver a su país
Según fuentes policiales del interior, durante el tiempo que el muchacho estuvo alojado en la dependencia policial en más de una oportunidad manifestó -como pudo- deseos de volver a su país. Oriundo de Quito, Ecuador, las personas que pudieron tener contacto con él, señalaron que se apoda Lucho Marcelito porque, tras algunas averiguaciones, sería el nombre de su padre.
Donde quiera que esté, Lucho Marcelito necesita ayuda, hasta ahora ninguna funcionario fue capaz de acercarlo hasta el Consulado para ver la posibilidad de enviarlo nuevamente a su lugar de origen.
Al parecer, las ganas de regresar a su país y el haberse encontrado con pacientes en situaciones totalmente disímiles a las suyas en el Ragone, empujaron a Castillo Cobeña a fugarse del lugar.
Tan cerca y tan lejos de una solución
Sobre Lucho Marcelito se sabe todo. A través de distintas averiguaciones las fuerzas de seguridad pudieron conocer quién es, de dónde previene y quiénes son sus padres. Cuando todo parecía estar encaminado para hallar una solución, decidieron enviar a Cobeña al Hospital Dr. Miguel Ragone, desde donde se fugó y nadie sabe dónde está.
Según fuentes policiales, Marcelito es hijo de Lucho Marcelito y de Teresa Santa, nació en Quito, Ecuador. Al parecer, y según señalaron en Morillo, habría estado al cuidado de una señora que trabaja con una verdulería, dado que el joven mencionaba verduras como papas, tomates o cebollas.
Por el momento se desconoce su paradero, tras haber estado a su resguardo, la Policía de Salta solicita ayuda para encontrar al ecuatoriano y poder enviarlo con su familia.