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El martes por la tarde se originó un incendio de importantes dimensiones en la zona de Palo Marcado, en el acceso al casco urbano de la localidad de Cerrillos. Las llamas alcanzaron más de cuatro metros de altura y no solo se extendieron por el predio, donde un vecino quiso deshacerse de la maleza, sino que ingresó a los terrenos de las familias que viven en el lugar.
Carmen Ríos de Olleta, quien reside en la zona junto a su familia, en diálogo con El Tribuno contó: "Yo vivo en el pasaje Castiella 59, detrás de la gruta de San José. Allí existe un nuevo loteo llamado Palo Marcado, que estaba plagado de malezas. El problema es que hay un vecino que encontró la solución, desde hace varios años, despejando la zona prendiendo fuego, lo que significa un peligro para todos".
A pocos metros del incendio ocurrido en Palo Marcado se encuentra una estación de servicio de GNC. Las consecuencias pudieron ser catastróficas.
"Las llamas se descontrolaron y quemaron los postes del alambrado de mi casa y el fuego ingresó al terreno. Vivimos momentos de mucha tensión y angustia. Los vecinos con baldes tratamos de apagar el incendio, que se extendía más y más. Avisamos a los bomberos, pero no les funcionaba el móvil y los chicos tuvieron que caminar desde B§ Congreso, donde tienen la base, con las mochilas a cuesta hasta el lugar. Trabajaron hasta las 11 de la noche, cuando pudieron controlarlo".
Respuesta
Ríos Olleta contó que el 911 respondió inmediatamente. Pero los esfuerzos no alcanzaron para dominar las llamas en un primer momento. "Esto sucede todos los años. Hay vecinos que no toman conciencia del peligro al que nos exponen a todos. En diferentes oportunidades ya denunciamos la situación en la Comisaría 13, pero no sucede nada, nadie toma cartas en el asunto".
Los vecinos anticiparon que expondrán la situación ante la Fiscalía local y ante la Municipalidad, para que tomen las medidas correspondientes. No solo para que se sancione esta actitud desaprensiva, sino que actúen de ahora en más para prevenir este tipo de situaciones. La quema de pastizales cuando no es controlada pone en peligro la integridad de las personas, los bienes públicos y privados. Es, además, profundamente nociva para el ambiente.
Un alto riego para la comunidad
Los vecinos que sufrieron los efectos de la quema insistieron para que la gente y las instituciones tomen conciencia de que se trata de una acción perjudicial cuyos efectos pueden resultar trágicos o al menos altamente riesgosos para la comunidad.
La clave para evitar dichos efectos es el control y la previsión. La quema a campo abierto se da especialmente durante los meses de mucha sequedad en el ambiente, que en esta región se extiende desde fines de mayo hasta las primeras lluvias, que pueden darse durante los últimos días de septiembre y a principios de octubre.
Estas acciones, que en algunos casos apuntan a controlar los pastizales, develan un profundo desconocimiento sobre sus consecuencias a largo plazo, que pueden ser devastadoras.