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Eugenia Tobal y Juan Gilera en "No dormirás"

“El filme ‘No dormirás’ es impactante y requirió mucho esfuerzo de todos” 
Jueves, 11 de enero de 2018 08:58
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Desde hoy la pantalla grande cuenta entre sus estrenos con “No dormirás”, un thriller psicológico con condimentos propios del terror, del director uruguayo Gustavo Hernández (“La casa muda”, “Adicciones” y “Dios local”) ambientado en un hospital psiquiátrico abandonado y protagonizado por Eva de Dominici y Belén Rueda. Allí, un grupo de teatro extremo experimenta con el insomnio y los umbrales de la percepción para el montaje de una obra y los límites entre ficción y realidad se desdibujan. En ese elenco “de riesgo”, Juan Gilera y Eugenia Tobal interpretan a Fonzo y Sara: “Ellos están dispuestos a todo, son como perritos acompañantes de Alma, el papel protagónico de Eva. En mi caso, mi personaje trabaja desde hace años con la directora del filme, que encarna Belén Rueda. Y Juan es el hijo de esa mujer. Son los únicos que nunca cuestionaron el proceso ni tuvieron miedo de hasta dónde se va a llegar”, cuentan ambos actores en diálogo con El Tribuno.
¿Cuáles son sus límites al momento de construir un personaje?
Eugenia Tobal: Desde lo real, en cuanto a los actores, es muy particular hasta dónde y cómo se transita la composición de un personaje. En mi caso, y creo que a todos nos pasó cuando leímos el guión, hay un compromiso y una entrega absoluta. El género produce mucha ansiedad y expectativa para trabajarlo. Y hemos pasado de todo: frío, sueño. Hemos pasado situaciones de muchas horas de trabajo, por lo que también se requiere de mucha condición física. Fue en pos del resultado y no nos equivocamos.
Juan Gilera: Personalmente, jamás haría algo que fuera en detrimento de mi salud, como no dormir tanto tiempo. A veces alcanza con la imaginación, otras no y entonces tenés que ponerte en contacto con experiencias parecidas. No vas a matar a alguien si interpretás a un asesino, pero tal vez podés retomar el momento en que matás una cucaracha y con esa sensación sola alcanza. Está bueno acercarte a cosas que te hagan entender al personaje, pero después se interpreta desde uno.
¿Cuánto influye el director en ese proceso?
ET: Hubo un trabajo muy detallado, él sabía muy bien lo que quería. Cada uno de nosotros tuvimos que audicionar y probar en un casting, en una especie de ensayo de lo que él estaba buscando. Y ahí marcó una línea. Tuvimos varias pruebas y creo que él vio hasta dónde éramos capaces de llegar. El director nos ayudó a entregarnos. Uno es un instrumento de trabajo y vos tenés que poner ese instrumento al servicio de alguien que lo va a tocar, que es el director. Hay que ir abierto y dispuesto para dar lo mejor y estar afinado para que eso funcione.
JG: Tal cual. Y la confianza que él genera es muy importante. Ta vez no sabés si hubieras encarado así al personaje, pero te entregás. Él tenía todo en la cabeza y nos contagiaba su pasión. Para actuar está buenísimo entrenarse un montón, pero también estar preparado para no saber qué va a pasar.
¿Entonces los actores trabajan con la incertidumbre?
ET: No siempre. Hay un guión, uno sabe por dónde va su personaje, se habla con el director. La incertidumbre se da después con las cosas que a lo mejor suceden y que cambian o le dan un giro a lo que habías imaginado, porque algo le diste al director que prefiere agarrarse de eso. Y Hernán lo dice mucho: en los ensayos aparecieron cosas que él tomó porque no las había pensado, pero le gustaron. Entonces no sabés, pero sí sabés.
JG: Pero es verdad que la incertidumbre es parte de este trabajo, incluso cuando no sabés si le va a ir bien al proyecto o no. También tenés la incertidumbre de la continuidad laboral. Y creo que aprendí a tomar eso, que desde un punto de vista no está tan bueno, como parte de la carrera. Aprendí a lidiar con esa sensación, de no proyectar, que te vuelve preso de la expectativa. Y eso es una libertad.
Cuando presentaron la película, hablaron de la curiosidad como motor creativo...
ET: Sí, es así. Soy muy curiosa y creo que no somos una sola cosa. Me siento bastante limitada creyendo que solamente soy actriz. Me gusta abrir todas mis capacidades, a lo mejor las tengo, bien o no, pero las veo, intento. Ahora estoy haciendo cosas con cerámica y me gusta. Aprendí a tocar la guitarra, estudié canto, produje, conduzco, actúo y cocino. Me parece que un artista es lo completo, que tiene que buscar el abanico de posibilidades. Porque además en este país a veces no se puede vivir solo de eso. Y entonces me digo: ¿por qué no conducir? No voy a dejar de hacer una cosa por la otra, pero hay un poco de prejuicios. Algunos creen que dejé la actuación para conducir, pero no. Soy esto y soy lo otro.
JG: A mí me costó estar en paz con eso, porque me gusta pintar, dibujar, actuar. Y en un momento pensé que tenía que hacer una sola cosa para hacerla bien. Después me di cuenta de que tenía que hacerlas todas porque son parte de lo que soy. Creo que la curiosidad es algo inherente al actor. 
¿Qué expectativas tienen sobre la recepción de la película?
ET: Ojalá sea la mejor, porque se lo merece. Es grande, está muy bien hecha y no se ha visto desde hace mucho tiempo una película de género de esta forma, un thriller de esta magnitud. Creo que apunta a un público bastante amplio. Por otro lado, como dijo el director, es un gran momento para el cine latinoamericano, con una gran apertura y un reconocimiento. Ojalá vaya bien con esta peli, que se estrena hoy también en Uruguay, Paraguay y pronto en España.
 

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