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Lula pasó su primer día en la cárcel, tranquilo pero aislado

El exmandatario está en una celda pequeña, pero sin contacto con los otros reclusos. 
Domingo, 08 de abril de 2018 09:14
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El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pasó su primera noche en prisión, desde que quedó detenido, en una sala usada de celda de la Superintendencia de la Policía Federal de Paraná, en la ciudad sureña de Curitiba.
“Lula está bien, llegó bien a su lugar de detención y vamos a instalar una resistencia cívica, una vigilia cívica para que salga rápidamente de prisión, de esta situación de prisión política”, dijo ayer la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann.
Lula fue trasladado el sábado desde San Pablo en avión hasta Curitiba y luego en helicóptero hasta la sede de la Policía Federal de Paraná, donde una sala usada de dormitorio por comisarios fue acondicionada para cumplir su condena, en la que habrá una televisión.


El jefe de la Policía Federal en Paraná, el comisario Mauricio Leite, le comunicó a Hoffmann que Lula fue “bien recibido y se encuentra bien”, según la senadora. A las 7 de la mañana de ayer la policía le llevó el desayuno y otros detenidos en celdas de la superintendencia de la Policía Federal, el corazón de la Operación Lava Jato, entregado por la empresa proveedora, un episodio banal que se convirtió en la primera noticia del domingo. El desayuno de Lula en la cárcel fue café con leche con pan y manteca, de acuerdo al régimen interno de las celdas de este edificio policial. La Policía reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma a los manifestantes pro-Lula frente a la sede policial en el momento de su llegada.
Un juez prohibió un acampe frente a la sede policial y hoy la Policía del estado de Paraná, gobernado por el oficialista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del precandidato presidencial Geraldo Alckmin, bloqueó los accesos al edificio.
Lula fue condenado a 12 años y un mes de prisión en dos instancias de la Justicia por recibir un departamento triplex en Guarujá por parte de la empresa OAS, aunque el inmueble no está en su nombre y nunca lo usó, pero los jueces consideraron que se trató de un soborno.
La defensa del expresidente espera que el Supremo Tribunal Federal aborde el miércoles próximo acciones que cuestionan la jurisprudencia que indica que con fallo de cámara de segunda instancia un condenado debe ser detenido.
El Supremo Tribunal podría declarar inconstitucional ese entendimiento, ya que la Constitución brasileña permite la cárcel, si es que no hay vidas en riesgo, una vez finalizadas todas las instancias judiciales.
La máxima corte del país aplicó en 2016 la jurisprudencia al calor de las presiones de la comunidad policial y jurídica que trabaja en la Operación Lava Jato, como se llama a los casos de corrupción que involucran a la constructora Odebrecht y la petrolera Petrobras, controlada por el Estado.

Miró al Corinthians por TV 

El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula en su primer día en prisión en una sala sin rejas de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba pasó tranquilo mientras miles de sus seguidores montaron un campamento. El objetivo es presionar por la liberación del líder opositor condenado por corrupción. En un paréntesis pudo ver por tele cómo el club de sus amores, Corinthians, derrotó a Palmeiras por penales y conquistó el campeonato estadual paulista de fútbol, luego de desayunar café y tostadas con manteca, y almorzar arroz, frijoles y ensalada.
“Lula durmió tranquilamente y no fue maltratado por los agentes, que se convertirán en carteros, porque llegarán cientos de miles de cartas que el pueblo comenzó a entregarle”, dijo Gleisi Hoffmann.

 

 


 

Prohibieron los acampes y marchas

Un juez brasileño prohibió ayer manifestaciones y acampes en los alrededores de la sede de la Policía Federal de Curitiba en la que quedó alejado esta noche el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, porque esas protestas “pueden ocasionar trastornos a los vecinos de la región y grave lesión al orden de la seguridad”.
El juez Ernani Mendes Silva Filho advirtió que la “aglomeración de personas y movimientos que pueden ocasionar trastornos a los vecinos de la región y grave lesión al orden de la seguridad”, lo que erosiona la chance de los seguidores de Lula de acampar en la zona hasta que el exjefe del Estado quede libre.
Frente a la Superintendencia de la Policía, no solo simpatizantes de Lula se concentraron ayer a la espera de su llegada desde San Pablo, sino también cientos de detractores del exmandatario, que, por el contrario, festejaron su condición de preso.
El clima de tensión y esa presencia de grupos antagónicos obligaron a la Policía Militarizada a establecer un cordón policial de 30 metros para separar a ambas concentraciones.
Mendes Silva Filho prohibió la entrada de personas y vehículos no autorizados en las calles próximas al recinto donde Lula está en prisión para “garantizar la seguridad de la población del entorno” y “evitar acontecimientos violentos”, según indicó en su auto.
Prohibió además que se monten “estructuras y acampadas en las calles y plazas de la ciudad sin previa autorización municipal, y la persona que haga disturbios inmediatamente será llevada detenida”.

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