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Una joven mujer salió borracha de un boliche de la avenida Paraguay y cuando se encontró con un control de alcoholemia atropelló deliberadamente a un agente de Tránsito. La motocicleta del inspector fue arrastrada por el automóvil conducido por la ebria danzarina.
La conductora, de 23 años, cuya identidad la policía protegió, finalmente se detuvo y fue detenida. Allí sorprendió el test de alcoholemia que le dio 2,9 de alcohol en sangre.
La Policía de Tránsito informó que el control fue uno más de los tantos que realiza todos los domingos durante la madrugada a la salida de los boliches bailables.
“Siempre se hace un fuerte operativo sobre la avenida Paraguay para controlar a todos los automovilistas que van hacia la zona sur de nuestra capital, ya que la venta de alcohol es indiscriminada”, dijo la fuente. Y agregó: “Sobre todo en los boliches, desde donde la mayoría sale en estado de ebriedad”.
En la madrugada de ayer este nuevo hecho volvió a mostrar la incidencia del alcohol en los accidentes viales. Históricamente la mayoría de los accidentes con víctimas fatales sobre la Paraguay tuvieron como partícipe necesario el consumo de alcohol. Se supo que la conductora intentó huir del control, y en su huida lesionó a un agente de tránsito y provocó daños en su motocicleta, pero fue interceptada cerca de la rotonda de Limache, cuando se llevó por delante el enrejado colocado alrededor de la rotonda. La persecución de la conductora ebria ocurrió a las 5.50 de la madrugada. La mujer no solo evadió el control de Tránsito, sino que arrastró una moto oficial por 70 metros, cruzó un semáforo en rojo (Cofruthos) y finalmente se detuvo contra el enrejado de la rotonda. “El derrotero fue verdaderamente criminal”, graficó un testigo.