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Se presentó la marca salteñas Las Yuchanas

Las prendas femeninas pueden verse hasta el 31 en el MAC. La crearon dos artistas plásticas y una arquitecta. 
Domingo, 22 de julio de 2018 14:06
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“Cuentan que el yuchán tenía toda el agua del mundo en su panza. También tenía adentro muchos peces y los antiguos pescaban de ahí. Tokfwaj les dijo a los hombres que sacaran lo que iban a comer y nada más. Pero un hombre no hizo caso. Tokfwaj se enojó y desde entonces toda el agua del yuchán comenzó a salirse sin parar. Entonces el hombre empezó a correr y correr y el agua seguía saliendo y así se formaron todos los ríos que existen”. 
El relato, escrito con tiza y letra cursiva, recibirá al visitante en el Museo de Arte Contemporáneo (Zuviría 90) hasta el 31 de este mes. Un vestido de mangas abullonadas y amplia falda, la “yuchana”, preside la sala, suspendido del techo. Lo rodean túnicas con poemas impresos. En apariencia, igual de volátiles.
La yuchana es una figura concéntrica que contiene peces involucrados en una danza espiralada. “Y un día/ el yuchán parió peces y peces/ que fueron hilvanando/ la vida/ sobre la piel de la gente”, le nació decir a Maggie Coll en uno de los poemas que compuso para esta muestra, instalación y presentación de la marca Las Yuchanas, y que a los ojos del espectador obra de prólogo del relato legendario. 
Las “yuchanas” de carne y hueso, las artistas plásticas Patricia Godoy y Otilia Carrique y la arquitecta Ivanna Costantini, invitan a pasar al fondo de la sala para un diálogo que hará elevarse las palabras hasta unos tendederos de donde penden 101 prendas. 


Patricia Godoy cuenta a El Tribuno que el proyecto surgió de una presentación conjunta para obtener el Fondo Ciudadano de Desarrollo Cultural en 2017. Cuando les dieron el beneficio ellas compraron máquinas e implementos con los que montaron un pequeño taller. El trío diseñó estampados con la técnica de sublimación sobre gasa, seda fría, modal, algodón (tela sobre tela a modo de collage) y lanilla. 
El primer aliento de vida de Las Yuchanas generó musculosas, vestidos de mangas largas y cortas, camisolas, túnicas y buzos, con colaboración para algunos secretos de costura de la cooperativa de Vaqueros De mi pueblo. 
Los dibujos tienen peces, naturaleza, trazos irregulares en torno y por debajo que semejan ríos, grafismos que las autoras relacionan con la plástica. También textos de Eduardo Galeano, Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik, recortados y por doquier. 
Las prendas lucen etéreas y holgadas. Sin pinzas para recortes ni estilo entallado, liberan a la mujer como la buena literatura al lector. 
“Cuando uno hace una colección la piensa desde lo que a uno le gusta. Las tres somos grabadoras y la impresión está en nuestro ADN. Por ello, todos los diseños tienen que ver con la impresión. Son 101 prendas únicas y ni siquiera se hizo el mismo modelo en varios talles”, comenta Otilia Carrique. 
En 2009 junto con Patricia hicieron una muestra de ropa experimental, también en el MAC, a la que Otilia quería denominar “opas”, pero a Patricia, originaria de Buenos Aires, el vocablo no le resultó tan caro ni resonante en el corazón. 


Así terminó llamándose “Cuerpo, matriz, piel impresa”. “La gente nos recordaba aquella muestra y nos preguntaba por qué no continuábamos con la producción de ropa. Aquella fue experimental, un desafío artístico de ropa muy sencilla e impresa con serigrafía. No hubo producción en serie”, recuerda Patricia. 
Luego explica el concepto de la marca. “El palo borracho es muy característico de nuestra región y morfológicamente llama la atención porque es gordo, alto, esas púas gruesas con las que se defiende del medio, esas flores atractivas, los copos de algodón... Tiene de todo como las mujeres. Representa la multiforma, es un árbol que contiene una gran diversidad. Con ese concepto arrancamos el perfil de la marca”, detalla.
Agrega que apuntaron a la versatilidad en las formas y caídas teniendo como norte la mujer dinámica y todo terreno, que sale por la mañana y vuelve a su casa por la noche, después de haber transcurrido un día cumpliendo múltiples roles. “Una blusa o túnica te va con un chupín de jean, con un palazzo. Las podés intervenir de distintas maneras y resultan ideales para distintas situaciones”, describe Patricia.

Intervenciones

Otilia y Patricia vienen realizando intervenciones urbanas e instalaciones en el marco del Día Internacional de la Mujer o por la concientización contra la violencia de género siempre aplicando un idéntico mecanismo: obran como gestoras culturales, generan la idea y luego apuestan a la expresión coral invitando a otros artistas. En esta ocasión pidieron a poetas y escritores salteños que compusieran lírica para la muestra. 
Patricia Patocco, Víctor Fernández Esteban, Víctor Hugo Llellín, Maggie Coll, Natalia Gil y Amalia Carrique, dicen las creadoras de Las Yuchanas”, que lograron captar el leit motiv de la marca como ninguno, guiados por la afectividad. 
“Fue emocionante cuando llegaron los poemas porque nos sentimos muy representadas en la idea. Vemos que hay mucho involucramiento afectivo de parte de ellos y por eso también son protagonistas del lanzamiento de este proyecto”, dice Patricia. 

La vidriera

La vidriera del MAC es un espacio revulsivo sobre la calle España. Allí las yuchanas dispusieron un montaje que tiene un valor simbólico de empoderamiento femenino. 
Una túnica de tres capas superpuestas de tela devela una procesión de tenedores. 
La preparación del alimento como atributo femenino, pero también aquella cualidad histórica (“la procesión va por dentro”) de sentir pena, cólera, inquietud o dolor, aparentando serenidad o sin darlo a conocer.
Un remerón que cerrado tiene los peligros significativos desactivados, pero guarda un remolino de agua, de vida, de río tempestuoso, otra vez retrato del alma de mujer. 
Una vestidura talar de aspecto ceremonial o letrado en cuyo interior una catedral icónica se derrumba porque están arremetiendo contra ella aguas sin contención. Mientras, unas barcas llegan hasta allí, vacías. 
“Ahí están/ de pie/ con sus flores borrachas de amores/ su piel empoderada/ y su savia expandida/ entre peces a lo ancho/ y pájaros a lo alto/ las yuchanas/ ahí/ están/ de/ pie”, sentencia el decir de Maggie Coll desde una túnica en torno de la yuchana, y los sentidos de pronto están más que claros. 
Otilia comenta: “Uno cuando lo hace no es consciente de eso. La gente viene y observás cómo miran. A los turistas les parece único, que no pasó aún en la historia del diseño de indumentaria en Salta”. A su lado Patricia aporta: “Fue interesante estar en el MAC y ver gente de La Pampa, Paraná, Ushuaia. Es otra imagen de Salta, contemporánea, que tiene otras producciones y el turista encuentra que hay otras propuestas. Que el diseño de la llama y el cardón no es lo único que hay acá”.

Una vuelta de página: la comercial

La arquitecta Ivanna Costantini señala que tras la presentación de esta muestra e instalación que estará habilitada al público hasta el 31 de julio, se inicia para el trío una nueva etapa: la organización de la producción y comercialización. “Más adelante venderemos en un showroom y por ahora lo hacemos a través de las redes sociales”, comenta. Otilia Carrique agrega que “este (por el MAC) no es el lugar más indicado para desarrollar una marca. Nosotras somos artistas y por eso sentimos naturales estos espacios, pero nos debemos un desfile”.

 

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