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27 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Un joven hace de su oficio una herramienta de solidaridad

Lleva donados juegos a paseos públicos y juegos adaptados para chicos especiales.Ahora proveyó de una tricimoto a una joven discapacitada que es su vecina.
Jueves, 28 de febrero de 2019 02:35
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Alejandro Argañaraz, un joven metalúrgico, conocido por su aporte social a la ciudad de Orán, inició una nueva campaña a través de las redes sociales para construir una bicimaratón para los chicos especiales.

El hombre se gana la vida en su propio taller metalúrgico, donde van tomando forma los elementos más impensados y los pedidos de cada uno de los clientes que le llevan trabajos.

Pero a Alejandro Argañaraz no le alcanza con eso. Su espíritu solidario lo impulsa una y otra vez a llevar ayuda a diversas instituciones necesitadas del medio.

"Hace un par de meses llevé seis bancos a la sala de espera de la guardia del hospital, también confeccionamos juegos adaptados para la escuela especial de Orán, otros juegos para las plazas públicas y realmente me impresiona cómo la comunidad colabora para hacer estos pequeños aportes", relató ante una consulta de El Tribuno.

Argañaraz comentó que hace un tiempo vio una bicimaratón e inmediatamente supo que ese sería su próximo desafío.

Así fue que se puso en contacto con el profesor Julio Sosa, quien tiene una escuela de deportes adaptados, que funciona en el club Pizarro. Allí asisten adolescentes con diferentes discapacidades que recorren el país participando en competencias deportivas.

Inmediatamente, el joven artesano publicó en las redes sociales que tenía un nuevo sueño por cumplir y que necesitaba la colaboración de la comunidad para conseguir, los elementos necesarios. Y una vez más la solidaridad de los vecinos no se hizo esperar. En menos de una semana el artilugio ya estaba listo.

"El proyecto de Alejandro es muy bueno, ya que en la escuela no contamos con ese tipo de elementos deportivos, y es un elemento indispensable para el entrenamiento de los chicos que tengan alguna discapacidad física o motora", explicó Sosa. A esta silla pueden acceder chicos en sillas de ruedas, con lesiones medulares o personas con parálisis cerebral que manejan los miembros superiores.

"Cabe destacar que el maratón es un deporte paralímpico y son de distancias largas, necesitan mucho entrenamiento y ahora estamos en condiciones de brindarles esto a los chicos. Para nosotros este aporte es muy valioso", expresó emocionado el profesor.

La escuela de deportes adaptados del Club Atlético Pizarro nació hace cinco años, aproximadamente, con el objetivo de crear un espacio donde personas con discapacidad puedan desarrollar alguna actividad física que los favorezca en lo emocional, intelectual y social.

Hoy la escuela paralímpica cuenta con 30 inscriptos que practican atletismo, bochas y goolball. "Ahora, con la donación de esta bicimaratón, se abre otra puerta para los chicos, para hacer otro deporte como es el maratón", dijo Sosa.

Sosa es docente en la Escuela Especial Taranto y se convirtió en el futuro de decenas de niños y jóvenes, es profesor de Educación Física, tiene 37 años y llegó desde Formosa hace 12 años a Orán, junto a su familia, en busca de un futuro mejor. Incentivado por un amigo, se instaló en Orán y comenzó a trabajar en 2006 en la Escuela Especial Taranto de Cosso, donde se desempeña como estimulador y proyecta en los pequeños las ganas de superarse en el ámbito deportivo.

 

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