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Acompañados por el padre Sebastián Aguilera, religioso de los Siervos de la Caridad de la Obra Don Guanella, los misioneros organizaron diversas actividades y el sacerdote realizó bautismos y comuniones.
Con el lema "Callejear la fe y la caridad", una treintena de jóvenes de la diócesis de Orán realizó una misión en varios asentamientos, los últimos días de enero.
La misa de envío de la misión se cumplió en la parroquia San Antonio de Padua, donde los jóvenes recibieron sus cruces misionales, como identificación de su seguimiento a Jesús.
Durante una semana, visitaron las casas de los asentamientos Cuatro de Junio, Mataderos, Cedral, San Juan Bautista y el basural, a fin de llevar la Buena Noticia.
Llegaron donde los recibieron y bendijeron las casas, visitaron enfermos y dieron esperanza a muchas familias que viven en situación de extremas pobreza, donde la violencia intrafamiliar y entre vecinos es un lugar común y las drogas son reinas y señoras de vidas y haciendas.
Actividades vespertinas
Por las tardes, las actividades se realizaron en la casa Divina Providencia, de la Obra Don Guanella, perteneciente a la congregación de los Siervos de la Caridad. Los jóvenes organizaron juegos recreativos para niños, bingos y manualidades para adultos y encuentros para jóvenes.
Asimismo, se brindaron encuentros de catequesis sacramental durante la semana, y se impartió el bautismo y la comunión a un grupo de adultos de las comunidades.
Los misioneros pudieron detectar necesidades concretas en las familias de los asentamientos, y durante la semana, se recibieron donaciones de ropa y alimentos, que luego pudieron ofrecer a los más afectados por la pobreza.
Una misa con el obispo
La misión juvenil concluyó con la celebración eucarística, presidida por el obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina.
Los jóvenes expresaron la alegría de salir a testimoniar a un Jesús vivo y asumieron el compromiso de seguir siendo discípulos misioneros en su día a día, especialmente en la familia y en el hogar.
El padre Aguilera citó a San Luis Guanella: "No podemos detenernos mientras haya pobres o necesidades por socorrer", para ilustrar el camino que el grupo juvenil desea emprender y ya lo está logrando en base a la fe y el sacrificio por los demás.
Casa Divina Providencia
La Casa Divina Providencia, está ubicada en calle Arenales al final, al este de la ciudad, fue fundada en el año 1998 por un grupo de misioneros de la Obra Don Guanella, llevándola adelante sacerdotes y religiosos pertenecientes a la Congregación Siervos de la Caridad.
El proyecto de caridad y educativo consistió desde sus inicios en buscar a los más vulnerables de la sociedad, especialmente a los niños en situación de calle y en riesgo.
Actualmente la Casa recibe a más de 150 niños, y adolescentes divididos en dos turno, provenientes de más de 10 barrios periféricos de la ciudad donde las realidades sociales son gravísimas: delincuencia, violencia, adicciones, prostitución, alcoholismos, abusos.
Ellos buscan a los niños desde sus casas, se les brinda desayuno reciben el desayuno, apoyo escolar, educación física, música, folclore y catequesis. Son ayudados por la asistente social, psicóloga, psicopedagoga, reciben todos los días el almuerzo y luego son llevados a sus casas para que luego asistan a la escuela primaria. En el turno tarde asisten los jóvenes que van al nivel secundario.