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El Grupo AGAN, integrado por mujeres que trabajan por el bienestar animal, sigue luchando contra molinos de viento debido a que todos sus esfuerzos se ven infructuosos frente a la falta de conciencia de la comunidad.
Desde hace cuatro años que invierten esfuerzo y dinero para rescatar y curar a perros de la calle, tomando una posta dejada por el grupo anterior APLA con iguales objetivos e iniciativas. “Trabajamos lo más silenciosamente posible y no porque nos guste el anonimato, sino porque lamentablemente la gente nos llena de responsabilidades. Cuando ven animales enfermos, encuentran cachorros abandonados o mascotas accidentadas nos buscan para que nos hagamos cargo; nadie es capaz de tomar esa responsabilidad. Encuentran en nosotros una excusa perfecta para desentenderse del problema. No podemos dar nuestras direcciones porque nos arrojan perritos en la puerta”, expresó Alicia Torres.
Gastos
Los gastos que las ocho personas que componen el grupo AGAN deben afrontar en forma mensual son importantes: castraciones, curaciones, desparasitaciones y operaciones son las demandas más frecuentes. “Por suerte contamos con médicos veterinarios que nos cobran muy barato y nos esperan para que les paguemos. Nos hacemos cargo de perritos que deambulan por los basurales, en baldíos, armamos casitas para que tengan refugio y los visitamos en forma diaria; les llevamos comida, los curamos e intentamos darlos en adopción”, informaron desde AGAN. Para poder afrontar los gastos sus miembros piden colaboración, realizan eventos, venden comida y están programando ferias de garaje. “Con el último desfile de mascotas cobramos una inscripción, vendimos comida y logramos recaudar para saldar algunas deudas con veterinarios. Ahora estamos organizando venta de garaje y pedimos donaciones. La gente nos conoce, tenemos nuestras redes sociales, allí nos pueden contactar”, declaró Alicia, quien también se mostró apenada de tener que decir muchas veces no. “Constantemente estamos recibiendo llamados telefónicos para que vamos por un perrito abandonado o enfermo. Nosotros no contamos con un espacio físico para tenerlos, les pedimos entonces que ellos se hagan cargo y nosotras les podemos colaborar, pero no quieren y se molestan cuando les decimos que no. Lo nuestro es voluntario es sólo por el amor a los animales” enfatizó Alicia Torres.
Perros en adopción
Unos 15 cachorros aparecieron en El Sauce, localidad perteneciente a El Bordo. AGAN se hizo cargo de mantenerlos sanos para lograr sus adopciones. “Son cachorros de perras de la calle. Allí una señora vecina nos hizo un lugarcito para que los podamos tener, pero debemos alimentarlos y uno de ellos tiene glaucoma por lo que debemos operarlo. Por suerte ya tenemos ubicados cinco de esos perritos, pero siguen apareciendo en otros lugares. Nosotros no queremos decir el lugar exacto donde están porque seguramente otras familias inescrupulosas aprovecharán la oportunidad para abandonar ahí más animales. Por favor si alguien nos quiere ayudar que nos contacten por Face”, indicó.
La tarea que realizan estas jóvenes es muy loable. A pesar de las cientos de dificultades que se les presentan, continúan con esta tarea que les consume casi todo su tiempo libre. Desde el Concejo Deliberante están trabajando para elaborar una ordenanza que sancione a las personas que abandonen sus mascotas. “Con tanta tecnología ahora es fácil obtener una imagen de quienes abandonan a sus perros. Siempre se sabe quienes son porque hay testigos, pero no se les puede hacer nada, sólo escracharlos. Por esa razón la concejal Lorena Cejas está trabajando en esa ordenanza”, finalizó Alicia Torres.
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