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En los alrededores de la Bombonera ya colgaron un pasacalle: “Bienvenido a la popular República de La Boca. La mitad + 1 te está esperando. Esto es Boca”. El destinatario es Daniele De Rossi, que se convertió en refuerzo del equipo xeneize. Con una gran presencia de hinchas y de medios, el futbolista arribó a Ezeiza en el vuelo AZ 680 de Alitalia a las 6.30 de la mañana en un clima caótico.
Algunos emisarios xeneize lo recibieron en el aeropuerto de Ezeiza, donde no tomó contacto con la prensa (disposición de la secretaría técnica comandada por Nicolás Burdisso), y fue acompañado a una clínica situada en el centro porteño para realizarse los chequeos y estudios médicos corespondientes. De Rossi firmará un contrato que lo ligará a Boca durante un año y tendrá dos cláusulas de salida: una en diciembre y otra en marzo. En principio, la idea es que complete su participación en Superliga.
Si bien se estuvo entrenando de manera particular en las últimas semanas (se exhibió en las redes sociales trotando con Francesco Totti), no es un dato menor que su última presentación oficial con la Roma fue el 26 de mayo por la Serie A. Gustavo Alfaro sabe que lo tendrá que poner a punto y su condición será un reto para Sergio Chiarelli, preparador físico. No obstante, sus allegados anuncian que goza de un estado privilegiado y se adaptará en lo inmediato. “Es un volante central que, con otras características, juega donde está Marcone. Hay que ajustarlo físicamente para que esté disponible lo antes posible”, declaró el DT tras el triunfo de Boca en Brasil.