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Una salteña cuenta cómo vive la cuarentena Italia

“En cuestión de días se contagió mucha gente”, relató María del Carmen Mamaní.
Sabado, 14 de marzo de 2020 00:00
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"Ya nadie se saluda con un beso ni con las manos, se evita todo contacto físico", comienza a describir la joven salteña María del Carmen Mamaní, quien está en Italia desde agosto del año pasado. Por ahora reside en Bari, al sur, donde el coronavirus no fue tan bravo como en el norte. No obstante, todo Italia está en cuarentena. Algo que nunca pensó vivir. "Aquí decían que estaban exagerando con las noticias, pero en cuestión de días se contagió mucha gente", acentuó

Todo es muy distinto a lo que había conocido en la península. Los bares y restaurantes están cerrados, poca gente anda por la calle y no hay atención en las oficinas públicas. En ese país europeo el coronavirus ya mató a más de 1.200 personas.

Tras casarse con Daniele, un joven italiano, María tenía previsto regresar a Salta a esta altura del año, pero el coronavirus cambió todos los planes. Desde hace varios días las oficinas de migraciones de ese país están cerradas.

"Aquí en el sur, en un principio, la gente pensaba que se estaba exagerando... hasta que aparecieron los primeros casos. Ahora tomaron conciencia y cada uno está en su casa. No están asustados, pero si toman esto muy en serio. Los primeros casos de coronavirus aparecieron entre personas que habían ido al norte", contó María en diálogo con El Tribuno.

"Todos somos conscientes que se debe evitar el contagio, ya que avanza rapidísimo", agregó la salteña. Remarcó que allá también hay sanciones, multa y prisión para aquellos que violen la cuarentena,

En Italia no solo hubo un freno de turistas sino también de migrantes argentinos y de otros países latinoamericanos que iban en búsqueda de oportunidades laborales.

En Bari, al sur de Italia, los restaurantes están cerrados.

María cuenta que en el norte, según le describieron familiares de su esposo, los supermercados estaban vacíos. Con la declaración de la cuarentena, esas situaciones se expandieron al resto de Italia.

María cuenta que en las farmacias la gente entra de a poco, y el resto espera afuera. "Se sale para hacer cosas muy necesarias. Vas al médico si tenés alguna otra enfermedad. Cuando la persona tiene síntomas está obligada a estar en su casa", narró.

María comparte fotos de pasajes y calles de Bari: solo se ve un par de personas, autos estacionados y otras postales en donde los lugares completamente vacíos. "No se dan misas con gente, las iglesias están cerradas, es todo muy diferente a lo que había vivido", expresó la joven salteña. "Estamos atentos a la tele, a los informativos. En un principio decían que era peligroso para la gente grande. Después hubo casos de edades más jóvenes, 50, 40... En el norte falta personal en los hospitales y llamaron a doctores jubilados. Por la cantidad de casos, ellos dicen que tienen que elegir a quién atender, es muy fuerte", lamentó.

"Hoy es un caos el aeropuerto, no sabés si salís sana de la casa y te contagias ahí o en el avión. Ya soy consciente de que si voy a Argentina tengo que estar en cuarentena, porque yo tengo familiares que no se pueden contagiar, tampoco quiero", afirmó. Ahora el gobierno argentino suspendió por 30 días los vuelos provenientes de Europa. María cuenta que a través de las redes sociales los argentinos radicados en Italia mantienen contacto frecuente. Siempre comentamos las noticias en internet. El mensaje es: "Si bien no es para alarmarse, es para tomarlo en serio".

 

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