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Alberto Fernández convocó a Martín Guzmán para ajustar la negociación y evitar el default

El Presidente y su ministro de Economía desayunarán hoy en la quinta de Olivos y su objetivo es reformular la propuesta oficial para lograr un acuerdo con los fondos de inversión que operan en Wall Street.
Sabado, 09 de mayo de 2020 09:26
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La cifra final no sorprendió a Alberto Fernández y su ministro Martín Guzmán: menos del 20% de los bonistas aceptaron la propuesta de canje de sus títulos soberanos emitidos por la Argentina.
La operación financiera hubiera sido un éxito si alcanzaba un porcentaje cercano al 70 por ciento. Y no ocurrió: la propuesta era agresiva -por los plazos de pago y las quitas de capital e intereses que establecía-, y los fondos de inversión no se sintieron cómodos con Guzmán al frente de la negociación.
El Presidente no quiere caer en default y busca un ecuación política-financiera que le permita cerrar la negociación y a la vez respetar el concepto de sustentabilidad de la deuda que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Alberto Fernández se comprometió con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, y no tiene intenciones de faltar a su palabra.
El jefe de Estado decidió respaldar y proteger a su ministro de Economía como único negociador.
La deuda con los fondos de inversión es de 66.000 millones de dólares. Y la oferta presentada por la Argentina implica un pronunciado recorte en los intereses, una quita más leve de capital y tres años de gracia para pagar.
Los acreedores privados dijeron que no en casi un 82 por ciento -acorde a la información que maneja la cartera de Economía-, y ahora al Presidente y a su ministro no le queda otra camino que remozar la propuesta para no caer en default.

Alberto Fernández aprovechará el desayuno en Olivos para ajustar la oferta hacia los bonistas que aún están afuera del acuerdo. Ese ajuste en las condiciones apunta a cuatro variables básicas:

1. Reducir a menos de tres años el período de gracia previsto en la propuesta inscripta en la SEC.

2. Con la reducción del periodo de gracia, elevar el porcentaje del cupón a pagar.

3. Fijar un “premio” a los nuevos bonos que podría atarse al crecimiento del PBI.

4. Eliminar la quita de capital.

El jefe de Estado pretende evitar el default y apunta a “endulzar” la propuesta argentina. Pero no está dispuesto a “rifar” el acuerdo de sustentabilidad de la deuda que cerró con el FMI y su directora Georgieva. “Ese es nuestro límite”, repitió en Olivos.
Tarea compleja y ardua: las diferencias aún son importantes, y los bonistas tendrán pocas horas para revisar los números de la futura iniciativa de la Argentina.
Y si no se llega a acordar en la mañana del 11 de mayo, ya está la decisión tomada de prorrogar el plazo de negociación hasta el próximo 22 de mayo. Sería el plazo de gracia: si no hay el deal el 22, Argentina vuelve a caer en default.
Anoche explicaron en Olivos que la intención es negociar, y llegar a un acuerdo, sin violar los límites de la sustentabilidad de la deuda. E insistían en ratificar que Alberto Fernández no desea un nuevo default de la Argentina. “Será un fin de semana largo. Y con final abierto”, pronosticó un miembro del gabinete que conoce de memoria la quinta presidencial.

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