inicia sesión o regístrate.
El Tribuno dialogó con Silvia Pavichevich, hija de Francisca Aranda, de 85 años, la abuela estafada el año pasado que sigue sin encontrar "justicia". Lo que a las mujeres le llama "poderosamente la atención" es la inacción de la Fiscalía penal de la Unidad de Delitos Económicos y Complejos, ubicada en la calle Santiago del Estero de esta ciudad, desde donde ya pasaron cuatro fiscales y a pesar de las pruebas reunidas no hay respuestas. "En vez de actuar a favor de nosotras, las víctimas, pareciera ser al revés. Es cualquier cosa menos justicia", sostuvo Silvia.
Doña Francisca fue víctima de una de las modalidades conocidas en el ambiente delictivo como "cuento del tío". Consiste en engañar a la víctima, por lo general adultos mayores, haciéndose pasar por algún familiar para ganar su confianza y lograr el objetivo: robar sumas de dinero en cualquier moneda y por lo general montos millonarios. Fue lo que le ocurrió el primero de mayo del 2019 a la señora Francisca, quien estaba sola en su vivienda y recibió una llamada telefónica.
"Llamaron al teléfono fijo de mi madre diciéndole "mamá, mamá', quien obviamente pensó que era yo, así que contestó. "Hola Caro, ¿sos vos?' preguntó mi mamá, y una vez que supieron mi identidad la fueron guiando y engañándola", contó Silvia, hija de la víctima. "Le dijeron que estaban en el banco y que debido a una nueva normativa el dinero que utilizaba normalmente iba a salir de circulación. Que pasaría un hombre de mi confianza para retirar la plata que tuviera guardada para hacer la transacción".
Convencida del relato que había escuchando con atención, Francisca esperó con certidumbre la presencia de quien pasaría por su casa a retirar el dinero. "Mi madre sacó los ahorros de toda su vida, los colocó en una bolsa blanca y se los entregó confiada después de haber hablado supuestamente conmigo", dijo la hija.
Silvia vuelve a contar la misma historia que en su momento denunció y también describió en este medio. Más de un año pasó y la indignación, lejos de haber desaparecido, parecería acrecentarse. "A veces parece que quieren que el tiempo pase para que personas como mi madre se terminen muriendo sin haber recibido justicia. No es la única, desde que estamos atrás de todo esto hemos conocido al menos nueve casos similares, abuelos que esperan recuperar sus ahorros de toda una vida".
Las pruebas están
"La Fiscalía de Delitos Económicos y Complejos en todo momento trató el tema sin importarle mi familia, mi madre, la trató como un número más de esta gran estafa. Esto se trata de algo más grande, es un crimen organizado donde las personas -todas de riesgo- víctimas de una banda de gitanos aprovechadores de gente mayor, quienes además de venir impunemente a Salta se van de la misma manera y hoy están en Mendoza sin problemas", informó Silvia.
La damnificada directa, doña Francisca y su hija no terminan de comprender por qué "tanta desidia por parte de la Fiscalía". Desde que se denunció la estafa el año pasado "hay todo tipo de pruebas, las personas que le robaron a mi madre están identificadas, solo resta que desde la Fiscalía de aquí ordenen las medidas necesarias a la de Mendoza para que a estos chorros se los pueda allanar y detener. Lo que le pasó a mi mamá nos hace sentir doblemente estafadas".
En los últimos siete días en el país se registró casi un robo por día con esta modalidad, “cuento del tío”. Los casos se sucedieron en San Nicolás, Buenos Aires, dos veces en Rosario y uno de los últimos en la capital del país, La Plata, donde a una mujer de 82 años, identificada por la policía como Adela Elena Paoli, sufrió el robo de 60 mil dólares y casi 90 mil pesos. Al igual que la salteña Francisca, recibió una llamada telefónica y pensó que era un familiar, en esta oportunidad la abuela supuso que era su nieta.
En el expediente de la causa hay filmaciones de distinto tipo, del auto, de los integrantes de la presunta banda delictiva de gitanos, de la persona que se acercó hasta la casa de Francisca y perpetró el engaño. "En el mismo informe de la Fiscalía de la Unidad de Delitos Económicos y Complejos solicitan, salvo "un criterio superior' la detención de cinco personas. ¿Por qué no lo hacen? ¿Qué significa eso de "criterio superior', por qué el criterio no es detener a quienes estafaron a una persona de 85 años?"
Interrogantes que por el momento siguen estando sin que la Justicia provincial se haga cargo de lo ocurrido no solo con una adulta mayor, sino con varios de ellos. Mientras grupos organizados como el de los gitanos, denunciados por Silvia y su madre siguen actuando y quedándose con los ahorros de personas que trabajaron prácticamente toda su vida.
Los gitanos y una banda de estafadores
Si bien por la pandemia la presunta banda de estafadores no se habría podido movilizar como solían hacerlo, la metodología que venían llevando a cabo parecía ser la siguiente: desembarcan en una ciudad y se distribuyen en distintos puntos, en caso de caer detenido uno de ellos el resto de la organización tiene tiempo de darse a la fuga. Previo al desembarco, estudian el escenario y la posible víctima a la que le arruinarán la vida. Abuelos que tratan de disfrutar lo que les queda por vivir después de haber trabajado gran parte de su historia.
Los sospechosos de la comunidad gitana fueron registrados en sanatorios u hospitales, en hospedajes de esta ciudad, en el Shopping y distintos sectores de la ciudad. Según la investigación realizada, a través del registro de llamadas los sabuesos lograron determinar que se trataría de una organización dedicada a robar a través del “cuento del tío”.
El pedido de detención que se realizó y hasta el momento no se hizo efectivo es para: Miguel Fabián Enrique Traico (sería el líder de la banda), Marisa Caldera, Pablo Exequiel Traico, Héctor Traico y Walter Matías Juan. Además del pedido de detención que existe para estas personas, hay otras que también están implicadas.