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Empleos verdes y azules

Miércoles, 09 de septiembre de 2020 01:04
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Seguramente, si al lector le hablan de empleos verdes el subconsciente lo invitará a recorrer casas de cambio o se imaginará entablando contacto con un “arbolito”. En todo caso eso sería empleo azul, “blue”. Si hace pocos meses Ud. desconocía lo que era un “COVID-19” o “aplanar la curva” o “¡ya estamos por alcanzar el pico” (y ahora opina mejor que un epidemiólogo), nadie la va a reprochar que no sepa qué es un empleo verde, siendo una terminología solo un poco más antigua. Aunque alguna idea ya le sugiere el nombre, no deje que su mente piense en viejo verde, cuentos verdes, que por allí no va la cosa. Estamos hablando de cuestiones más serias (en serio). 

Los argentinos vemos a la ecología y los cuidados del medio ambiente como una cuestión ajena, distante: diríamos que la avizoramos para la Argentina año verde (si se me permite la boutade). Sin embargo, está a la vuelta de nuestra casa, de nuestros comercios, de nuestras fábricas, (lo de “nuestras” es un eufemismo). 

Etimológicamente, según Joan Corominas, lo verde hace referencia a vigoroso, vivo, joven. Lo cierto es que, efectivamente, el empleo verde crece vigorosamente: la semana pasada Francia anunció un plan poscoronavirus que destinará 30.000 millones de euros a reverdecer la economía con la renovación y el aislamiento térmico de edificios públicos y privados (escuelas, hospitales, etc.), pero también una especial atención a la inversión en transporte ferroviario y la bicicleta en el día a día. Habrá primas energéticas para acompañar a los ciudadanos en la remodelación de sus hogares y para empresas en la transformación de proyectos innovadores, especialmente en los sectores sanitario, agrícola, o el del hidrógeno como fuente de energía. 

Según la Organización Internacional del Trabajo, los empleos verdes son empleos decentes que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente, ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura o la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética. Los empleos verdes tienen como trasfondo la reducción o compensación del impacto humano en el medio ambiente. 

Aunque el sector energético es uno de los principales sectores contaminantes y, por ello, también uno de los que más posibilidades de creación de empleos verdes tiene, se pueden encontrar empleos verdes en casi cualquier sector como el turismo, pasando por la moda, la alimentación, y aun en otros como pueden ser el jurídico o el educativo. Algunos sectores de la economía argentina se consideran verdes por definición, como los de saneamiento y protección ambiental, mientras que, en el resto del tejido productivo, los empleos verdes se encuentran en actividades donde se ejercen prácticas ambientales sostenibles como, por ejemplo, la agricultura orgánica, los procesos industriales energéticamente eficientes y las actividades de investigación ambiental. 

No se advierte en el Gobierno nacional ni en el provincial la preocupación que merece este tema. La economía verde puede generar millones de empleos por la necesidad de enfrentar el cambio climático, la sobreexplotación de los recursos naturales y la contaminación de los ecosistemas. Un reciente informe de la OIT destaca que, de aquí al 2030, la economía verde generará, a nivel mundial, un balance positivo de 18 millones de empleos. En el contexto pospandemia el secretario general de la ONU, António Guterres, ha señalado que “la artillería fiscal debe impulsar el paso de la economía gris a la verde”; “los fondos públicos deben utilizarse para invertir en el futuro, no en el pasado, y fluir hacia sectores y proyectos sostenibles que ayuden al medio ambiente y al clima”. 

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